«Aplicar un ajuste en base a una inflación pasada en un contexto de baja de la inflación provoca una mejora de los ingresos en términos reales, es decir durante los últimos 9 meses del año. El punto clave es si esta suba alcanza a compensar la caída real que tendrán los haberes durante el primer trimestre del año. Mucho más relevante es si alcanza a compensar parte de lo perdido en los últimos 6 años», reveló el economista.
Otro punto de suma importancia, resaltó, es la consideración del bono que perciben los haberes mínimos, desde el mes de abril. Como no está definida esa situación, se suponen dos escenarios: en uno el bono desaparece y en otro se mantiene, actualizándose con el mismo criterio que el haber mínimo.
«El análisis permite afirmar que en el primer trimestre del año un jubilado con la mínima que cobre bonos tendrá una pérdida real del 32% respecto al primer trimestre de 2022. En los 9 meses restantes de 2024, este mismo jubilado tendría una caída real de su ingreso del 11% respecto a igual periodo de 2022″, aseveró Argañaraz.
Cuando se analizan conjuntamente ambos periodos, se llega a la conclusión que durante 2024 los jubilados volverían a perder poder adquisitivo. «La pérdida real sería del 16,4% respecto a 2023, confirmando el séptimo año consecutivo de caída real. En el año 2024 perderían el equivalente a 3,8 jubilaciones mínimas del año 2017″, explicó el mismo economista.
«Acá se muestra la dinámica mensual del haber jubilatorio mínimo con y sin bono, pudiéndose apreciar claramente que el haber promedio mensual de 2024 estará por debajo del de 2023, dada la implementación de la nueva regla jubilatoria. De esta manera se confirma la pérdida real del 16,4% durante 2024, respecto a 2023″, se especificó.