P.: ¿Cuánto podría exportar este sector en toneladas y divisas?
G.A.B.: Hoy la dinámica que va tomando el sector se revela particularmente en el proceso de vinculación entre la pesca y la acuicultura. Se están consolidando las inversiones acuícolas de las empresas pesqueras, tanto para la producción de Trucha arcoíris en Patagonia Norte, como para la producción de Mejillones en Tierra del Fuego y a la fecha superan los u$s22 millones. Otro punto clave, es que esto se corresponde con la implementación de 0% a los derechos de exportación, como incentivo para incrementar el comercio exterior de productos acuícolas nacionales, y así llegar a las góndolas del mundo con el máximo nivel de agregado de valor. En definitiva, si Argentina logra evolucionar sustentablemente de acuerdo a las tendencias mundiales, nuestro país tiene un escenario de mucho crecimiento, ya que el sector pesquero aporta hoy en promedio u$s1.800 millones anuales, y el mundo demanda continuamente proteínas de calidad. Sin lugar a dudas la acuicultura puede ser un gran motor en la generación de divisas.
P.:¿Qué proyectos se están encarando para la sustitución de importaciones?
G.A.B.: Se está trabajando en diversos proyectos, pero podría mencionar a modo ejemplo lo relacionado con la mejora en la producción de Trucha arcoíris. Esta iniciativa va a generar alternativas capaces de reemplazar al salmón importado, principalmente de Chile, a través de un producto de superior calidad y sanidad, que además es mucho más rentable. En el mismo sentido, los actuales desarrollos en maricultura, particularmente en mejillones y vieiras, estarán en condiciones de sustituir producciones importadas en cuanto lleguen a su capacidad proyectada. Al mismo tiempo, la generación de ovas de alta calidad, es un escenario absolutamente particular. Hasta hoy se importaban. Pero apuntamos a revertir esa tendencia e invertir en proyectos de producción local para abastecer todo el mercado nacional, y después exportar al mundo nuestros productos. Un detalle que no hace a la sustitución, pero es importante destacar. Tenemos desarrollos en fase experimental, con tecnología avanzada en sistemas de recirculación que se están implementando en el INIDEP, para la producción del Pez Limón. Esta especie se comercializa en promedio a unos u$s18.000 la tonelada en mercados internacionales y creemos que tiene un enorme potencial y capacidad de abastecimiento desde nuestro país.
P.: ¿En este camino de tantas iniciativas cuál es su anhelo personal en la gestión?
G.A.B.: Es importante que se entienda que la acuicultura contribuye a la reducción de la pobreza, la soberanía alimentaria y la generación de divisas. Hoy ya es protagonista en gran parte del mundo. En este marco, personalmente aspiro a que en nuestra gestión logremos que esta cadena productiva protagonice un verdadero paso cualitativo en lo que se refiere a la posibilidad cierta de generar proteínas de calidad y empleo federalmente distribuido, aportando a la seguridad alimentaria en armonía con el medio ambiente. Tanto el ministro Julián Domínguez como el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Liberman, están marcando una gestión destacable para el todo sector. En lo personal, me da orgullo haber sido convocado para esto. Tiene que ver con una enorme responsabilidad el poder aportar y promover políticas públicas aplicadas a la generación de alimentos, producción y trabajo.
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