En la compañía argumentaron que la suspensión por junio y julio de unos 4 mil empleados, que en ese lapso percibirán de bolsillo la totalidad de sus sueldos netos pero en carácter no remunerativo, junto a otras medidas como la reducción de sueldos del 20% para los cargos directivos y la ausencia de pago de viáticos redundó en un ahorro mensual de 350 millones de pesos. Y pusieron distancia con el intento de la línea aérea Latam de pagar sólo la mitad de los sueldos, antes de pedir la apertura de un procedimiento preventivo de crisis, al destacar que en ese caso no estaba contemplado saldar el resto.
Los sindicatos aeronáuticos enfrentan una coyuntura de crisis única en su historia con un horizonte incierto de reanudación de las actividades. La crisis de Latam amenaza la continuidad de 1.715 puestos de trabajo y recién el miércoles que viene que viene se verán las caras con las autoridades de la filial local de la chilena LAN en una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo. El anuncio de Aerolíneas y Austral agravó la incertidumbre en el sector.