Asimismo, manifestó que «Es lamentable que el Tribunal de Cuentas, órgano de control fundamental en un sistema democrático, fue ocupado por funcionarios demasiado cercanos al Ejecutivo Provincial para evitar que haya incomodidades para los funcionarios, cuando dicho órgano debería ser técnico, imparcial y requiriente de información que hoy el gobierno oculta sistemáticamente a los ciudadanos, beneficiando a quienes han sido acusados por diversos motivos. El atropello en que el Ejecutivo incurrió contra todo aquel que mostrara un atisbo de crítica, fue despreciado».
Por último, el candidato concluyó que «El ejercicio del poder público, con innumerables actos arbitrarios y reñidos con la ley en contra de los empleados públicos, de legisladores opositores, de rivales políticos, representa más una concepción que no tiene nada que ver con el espíritu democrático, republicano y de plena vigencia de los derechos de las personas en lo social, económico y civil. En pocas palabras: es la señal de cómo Rosana Bertone y su gabinete ningunean otros sectores y administran el Estado como un coto de caza para intereses personales».