La policía de la provincia de Buenos Aires detuvo al menor en el barrio porteño de Caballito tras un operativo llevado a cabo por efectivos de la Departamental de Mar del Plata junto a la Sub DDI de Miramar, según informaron fuentes policiales a Infobae.
El adolescente está acusado de ser el autor de la trompada que provocó que Ezequiel Lamas, la víctima, también de 17 años, se descompensara y cayera con su cabeza contra el piso. A partir de su desvanecimiento, el joven fue trasladado a un hospital y luego derivado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata, donde fue operado por una fractura en el cráneo y murió en la noche del domingo.
El menor acusado de «homicidio preterintencional» -es decir, que con su agresión no tuvo intenciones de provocar la muerte- será trasladado a Mar del Plata y declarará en las próximas horas ante el fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Walter Martínez Soto, que está a cargo del caso.
Ezequiel Lamas, oriundo de la localidad bonaerense de González Catán, estaba pasando unos días de vacaciones en la ciudad balnearia junto a sus amigos y un primo. El sábado por la noche caminaban por la peatonal cuando Ezequiel tropezó con una mujer, pidió disculpas y discutió con ella y su marido.
A su vuelta, los adolescentes vieron un un tumulto de gente y se acercaron para ver qué pasaba. La misma pareja, que estaba junto a seis efectivos policiales, los increpó. «Empezaron a gritar ‘¡están ahí, son ellos! tienen cuchillos y amenazaron a mi hija de 5 años'», relató José Coria, tío de la víctima. La policía los requisó en ese momento pero no pudieron comprobar que estuvieran armados o hubieran robado.
En ese momento otro joven apareció entre la gente y le pegó una trompada a Ezequiel, que tuvo una herida cortante en su cara y se quedó sentado en un banco para recomponerse. «No veo nada», se oye que alcanza a decir en uno de los videos que filmaron sus amigos para registrar el episodio.
Instantes después, Ezequiel quiso pararse, se descompensó, cayó al piso y debió ser trasladado de urgencia. A pesar de que fue intervenido, falleció dos días después de estar en terapia intensiva, justo en el horario que su familia llegaba a visitarlo.