DATOS DEL INC Y DEL ESTUDIO CONCORD-3 Día Mundial del Cáncer: baja la mortalidad, pero con diferencias regionales

Dom 04/02/18.- La sobrevida aumentó para la mayoría de los tumores pero algunos, como el de cuello de útero, continúan golpeando más en las provincias pobres del norte. la necesidad de un plan nacional y mejores registros.

Gracias a los avances en prevención, diagnóstico precoz y nuevas terapias, el cáncer ya no es sinónimo de muerte. El mayor estudio hasta la fecha, con datos de 37,5 millones de pacientes en 71 países, revela un aumento generalizado de la supervivencia desde el año 2000 hasta 2014. En A rgentina, por ejemplo, la supervivencia cinco años después del diagnóstico pasó del 82,3% al 84,4% en los pacientes con cáncer de mama y del 83,5% al 87,6% en los de cáncer de próstata.

A pesar de estos datos positivos, los autores del trabajo –liderados por la epidemióloga italiana Claudia Allemani– advierten que aún existe una “inaceptable” desigualdad en el acceso a los servicios médicos entre países ricos y pobres. Mientras que la supervivencia a los cinco años de un cáncer de mama es del 90% en EE. UU., en India es del 66%. “Hay que acabar con la oncoplutocracia, en la que los progresos en la lucha contra el cáncer solo benefician a los países y pacientes r icos”, exigió el oncólogo Richard Sullivan, del King’s College de Londres, en la revista médica The Lancet.

El estudio internacional, bautizado Concord-3, analizó dieciocho de los tipos de cáncer más habituales. En el caso de Argentina, tuvo en cuenta cuatro registros provinciales (los de Chubut, Córdoba, Mendoza y Tierra del Fuego) y uno nacional: el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino. De hecho, en los cánceres infantiles fue donde la supervivencia a cinco años aumentó más: de 65 a 76,1%.

Para Matías Chacón, vicepresidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, se trata de un estudio global muy importante, pero en el caso de nuestro país solo se incluyó a 74 mil pacientes, lo que representa el 9% de la población total. “Si nos comparamos con el resto del mundo, comparación que es indirecta, estamos ligeramente por debajo de los países desarrollados pero por encima de la media del resto de los países de Latinoamérica”, analizó.

Según datos del Instituto Nacional del Cáncer (INC), desde 2000 la mortalidad por cáncer en el país está descendiendo casi un 1% anual en los varones y un 0,14% anual en las mujeres. “Argentina se localiza entre los países con incidencia media alta de cáncer. La tendencia en el último tiempo es a la disminución ligera de la mortalidad global”, le explicó a PERFIL Julia Ismael, coordinadora técnica del INC. El cáncer constituye la segunda causa de muerte en el país. El de mama está al tope del ranking, con más de 19.000 casos anuales, y le sigue el cáncer colorrectal, con 13.558 casos nuevos por año.

Las diferencias entre los que más y menos tienen también se evidencian dentro del territorio nacional. En 2015, La Pampa presentó la mayor tasa de mortalidad en varones(149,8 p/100.000), en tanto que Chaco registró la mayor mortalidad en las mujeres (100,4 p/100.000). “Hay provincias que tienen mayor tasa de mortalidad de cánceres que tienen que ver con la pobreza. Por ejemplo, el cáncer de cuello de útero tiene mayor mortalidad en las provincias del NEA y NOA. Incluso en Buenos Aires, la distribución de la mortalidad es diferente según los distritos”, aseguró Ismael, quien detalló que desde el INC vienen trabajando para eliminar las barreras de acceso al sistema de salud, por ejemplo con la implementación de la autotoma de la prueba del VPH.

Para Eduardo Cazap, presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica, para superar los problemas de distribución, inequidad y acceso es fundamental que la Argentina cuente con un Plan Nacional de control del Cáncer: “Es una herramienta útil porque trata de que los recursos disponibles se distribuyan bien, más igualitariamente. Un plan nacional es una acción integrada entre los distintos mecanismos del Estado, los integrantes de la sociedad civil y grupos académicos en llevar adelante una acción coordinada pero multisectorial”. Chacón también llamó a mejorar el registro de los pacientes con cáncer, “una herramienta clave” para medir la eficacia de un sistema sanitario.

El impacto económico

El cáncer es también una enfermedad costosa, tanto para los sistemas de atención médica como para la sociedad en general. A nivel mundial, el costo económico anual total del cáncer excede el billón de dólares, según la OMS. Gran parte de esa carga recae en los países en desarrollo. La pérdida de productividad debido a muertes prematuras por cáncer en cinco economías emergentes (India, China, Brasil, Sudáfrica y Rusia) fue de más de US$ 46 mil millones) en 2012, según un estudio publicado esta semana por la Agencia Internacional de Investigación sobre el cáncer de la OMS (IARC, por sus siglas en inglés). “El costo creciente y la complejidad del tratamiento del cáncer podrían requerir un cambio radical en la política de cáncer. El acceso desigual al tratamiento del cáncer es inaceptable”, concluyeron los autores del estudio Concord-3. En España, el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer presentó el estudio “El impacto económico del cáncer en las familias en España”, donde analiza cómo la enfermedad afecta a los grupos sociales más desprotegidos: trabajadores autónomos, desempleados y personas con bajos salarios. Entre los resultados destaca que 25 mil personas con cáncer se hallan en riesgo de exclusión social a causa de la enfermedad.