No faltaron los que toman esto como una diversión, cuando en realidad se trata de una notable demostración de estupidez y desconocimiento de gente que evidentemente no se merece que le pavimenten la calle, sino que ni siquiera deberían vivir aquí. Actitudes de tanta bajeza nos hacen pensar que es obvio que hay gente que no entiende que cada obra se hace con los fondos que generan sus impuestos y no se los puede tratar de otra manera que no sea con todo el repudio que este tipo de actitudes genera.
Además no solo se caminó, escribió y pisoteo, sino que también anduvieron en motos y cuadriciclos sobre el hormigón recién colocado. Al novio de Dana le decimos que vaya y se lo diga en la cara y a los adultos que aprendan el significado de la palabra civilidad que evidentemente se les borró del diccionario.
También a los que vieron lo que estaban haciendo y no dijeron nada, hacerlos sentir cómplices de daño a bienes públicos y que por tal razón son propiedad de todo el pueblo.
Ademas el hecho de que hayan transitado por sobre el pavimento fresco, motos y cuatriciclos hace que el material no se fragüe como corresponde y mas tarde o mas temprano haya que cambiar paños completos de hormigón, con el consiguiente costo en dinero y tiempo