La desaceleración de la inflación permitió una mejora del salario real en el segundo trimestre (+2,2% i.a.) que, sumada a la mejora del nivel de empleo permitió traccionar el consumo de las familias. De esta forma el consumo privado junto con el crecimiento de las exportaciones fueron los drivers del crecimiento.
· Los datos de cuentas nacionales de Brasil indican que finalmente la recuperación de Brasil se consolida, aunque a un ritmo lento. Según un relevamiento del Banco Central de Brasil a las principales consultoras y bancos de ese país, la actividad trepará 0,7% en 2017 y 2,3% en 2018.
· La recuperación de Brasil constituye un aliciente para la Argentina. Es muy probable que la economía argentina crezca en 2018, rompiendo la dinámica recesiva observada en los últimos años pares (no electorales). Hay varios factores que explican dicha expansión: arrastre estadístico positivo (+1%), aumento de inversiones privadas; y la concreción de la tan ansiada recuperación de Brasil.
· La mejora económica de nuestro principal socio comercial es particularmente relevante para la industria local. Las exportaciones de manufacturas industriales argentinas ya se están recuperando (+12,8% i.a. en los primeros siete meses del año) pero el aporte de Brasil es todavía acotado (+3,4%i.a. en los primeros siete meses del año).
· Si el año que viene la demanda de Brasil comienza a dinamizarse, es probable que nuestras exportaciones industriales consoliden su recuperación.
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