Dilma destituida: juró Temer y pidió apoyo para salir de la crisis económica y lo que hay que saber

Juev 01/09/16 .-Una amplia mayoría del Senado encontró culpable a la ex presidenta en el juicio político por la manipulación de las cuentas fiscales; la salida de Rousseff representa el fin de 13 años del PT en el poder SEGUIRAlberto Armendáriz

ASILIA.- Brasil escribió ayer una nueva página en su historia. En un polémico juicio político por manipulación de las cuentas públicas, el Senado destituyó por amplia mayoría a Dilma Rousseff, líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y la primera mujer presidenta del país, y confirmó en el poder a su vice, Michel Temer, del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

Acusado de «golpista», el nuevo jefe de Estado enfrenta el desafío de ganar rápidamente legitimidad para resolver los agudos problemas económicos.

«Espero que cuando dejemos el poder, lo hagamos con el aplauso del pueblo brasileño», aventuró Temer, de 75 años, en su primera reunión de gabinete en el Palacio del Planalto luego de su juramento y la votación en la Cámara alta que puso fin a 13 años del PT, inaugurados en 2003 por Luiz Inacio Lula da Silva, padrino político de Dilma.

En total, 61 de los 81 senadores votaron a favor de la destitución de la ahora ex presidenta. Sin embargo, de manera sorpresiva, Dilma no fue finalmente inhabilitada para ocupar cargos públicos por ocho años como estaba previsto.

El abrazo de Dilma con Aldo Rebelo, diputado del PC
El abrazo de Dilma con Aldo Rebelo, diputado del PC. Foto: AP / Leo Correa

Temer gobernará por el resto del mandato actual, que vence el 31 de diciembre de 2018, y en ese corto perí-odo enfrentará la difícil tarea de recuperar el crecimiento de la maltrecha economía. No será fácil. La gestión de Dilma, que había sido suspendida de su cargo por el Congreso el 12 de mayo mientras afrontaba el juicio político por violar las leyes fiscales, dejó un país en recesión y con altos índices de desempleo e inflación.

No bien asumió de manera efectiva la presidencia, Temer viajó a China para participar de la cumbre del G-20 en Hangzhou, donde buscará recuperar la confianza internacional y atraer inversiones. Antes de partir, dejó como pedido a sus ministros que busquen apoyos en el Congreso para aprobar cuanto antes una ley que ponga un techo al gasto público. Repitió el mensaje en la primera cadena nacional que dejó grabada y fue transmitida anoche. En San Pablo, el discurso fue recibido por una marcha de protesta de miles de seguidores, que derivó en fuertes actos de vandalismo.

Además, les exigió que desmonten la tesis del golpe argumentada por Dilma, el PT y otros grupos de izquierda. «A quienes les digan golpistas, respondan: «Golpistas son ustedes, que están en contra de la Constitución. Nosotros no promovimos una ruptura constitucional»», afirmó el flamante presidente, que resaltó que todo el proceso cumplió las leyes brasileñas y estuvo supervisado por el Supremo Tribunal Federal (STF), cuyo titular, Ricardo Lewandowski, dirigió personalmente la última etapa final del juicio político.

El semblante serio de Michel Temer, el flamante presidente de Brasil, durante la ceremonia en la que fue investido ayer, en Brasilia
El semblante serio de Michel Temer, el flamante presidente de Brasil, durante la ceremonia en la que fue investido ayer, en Brasilia. Foto: Reuters / Ueslei Marcelino

En medio de una gran expectativa por la votación en el Senado, la jornada final delimpeachment volvió a ser enredada como en los días anteriores por cuestionamientos y demoras de la bancada petista y de sus aliados. Antes de votar, los senadores de la defensa pidieron dividir en dos preguntas la sentencia contra Dilma, para la que era necesaria el apoyo de dos tercios (54) de los 81 senadores.

Finalmente, Lewandowski aceptó la separación y por un lado se votó si los congresistas hallaban culpable a la presidenta de los crímenes de responsabilidad por los que era acusada y debía perder el cargo, y por otro, si la condenaban también a ser inhabilitada para ejercer cualquier otra función pública por ocho años.

Por 61 votos a favor, 20 en contra y ninguna abstención, Dilma fue condenada y destituida. En cambio, por 42 votos a favor, 36 en contra y tres abstenciones, no tuvo sus derechos políticos removidos, como sí había sucedido en la única vez que el Senado brasileño había juzgado a otro presidente, Fernando Collor de Mello, en 1992. Acusado de corrupción, Collor de Mello prefirió renunciar un día antes de su condena, pero igual la Cámara alta lo inhabilitó políticamente por ocho años. Después de ese plazo, el ex mandatario se presentó como candidato a senador, cargo que sigue ocupando actualmente; ayer votó las dos veces en contra de Dilma y se asombró por el contraste con su juicio.

También quedaron un tanto sorprendidos por el doble resultado de la votación los principales aliados del PMDB, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y los Demócratas (DEM), ya que varios senadores pemedebistas que respaldaron la destitución rechazaron la inhabilitación. Los legisladores socialdemócratas y del DEM señalaron que analizaban pedir una apelación al STF, lo que generaría tensiones con sus socios del PMDB. De cualquier manera, al final de la sesión, todos se alegraron por la salida de Rousseff.

«Brasil se ha dado una nueva oportunidad para mirar al futuro y construir una agenda de reformas en línea con la crisis económica», dijo el senador Aécio Neves, presidente del PSDB y rival de la destituida mandataria en los comicios de 2014.

«¡Viva el nuevo Brasil! ¡Viva la esperanza!», corearon los legisladores después de la votación, cuando en una brevísima ceremonia por la tarde en el mismo Senado Temer prestó juramento como presidente efectivo. Al caer la noche, sin embargo, el flamante mandatario dejó el poder en manos del recientemente elegido nuevo titular de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia (DEM), y emprendió su vuelo hacia China.

Más allá de los festejos, el panorama económico para Temer es más que complejo. Durante el mandato de Dilma, el PBI se contrajo un 3,8% el año pasado y la perspectiva para este año es de una caída del 3,2%; la inflación superó el 10%; el desempleo trepó al 11% y ya afecta a más de 11 millones de brasileños, y el déficit para este año está previsto en 170.000 millones de reales.

Temer, además, enfrenta cuestionamientos a su legitimidad desde varios de países de la región. Los países del llamado bloque bolivariano denunciaron un golpe institucional en Brasil. En la Argentina, el gobierno de Mauricio Macri ensayó una respuesta moderada a la traumática destitución de Dilma.

La ahora ex presidenta, no obstante, prometió no bajar los brazos y les pidió al PT y a sus seguidores que «no desistir de la lucha».

Las votaciones

Destitución

61: A favor

20: En contra

Se necesitaban 54 votos para la destitución

Inhabilitación

42: A favor

36: En contra

Dilma evitó ser inhabilitada para cargos públicos

 

Fuente:la nación.

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