Los ciudadanos de esta provincia, son ciudadanos o individuos, o son ignorantes o desinteresados. Porque digo esto, porque si hiciéramos un ejercicio de memoria, seguramente todos coincidiríamos en que los ciclos donde se sumerge a la población en situaciones de ajuste tiene que ver con nuestras decisiones.
Porque elegimos siempre lo peor, o lo menos malo?
Porque si ya pasamos por esto lo volvemos a elegir?
Porque no nos interesa conocer en profundidad lo que nos proponen antes de las elecciones?
Porque siempre pensamos como nos vamos a salvar nosotros, aunque eso perjudique al resto?
Qué grado de convicción hubo en lo que decidimos y que grado de interés personal o económico?
Cuanto sabíamos de aquellos en quienes depositamos nuestro futuro y el de nuestros hijos?
Cuanto de promesa personal, como cargos o pauta publicitaria, para vender un producto que no se conocía o sí?
Es evidente que hubo un desconocimiento supino de lo que en realidad estaban planeando, pero los intereses personales siempre pueden más que la reflexión, siempre llenar el bolsillo de uno en detrimento de cientos de miles puede más, en este tramo me refiero al ciudadano común o al individuo, ese que piensa solo en él y el resto le importa un pito y que ante las pruebas, son mucho más que lo que yo pensaba, tantos como para que hoy estemos como estamos, tantos como para sumergirnos en este gran problema provincial que se inició con una Ley de Emergencia y termina con una actitud recaudatoria o confiscatoria que perjudica a toda la provincia.
Los legisladores fueron electos por esta provincia, el gobierno también por ende los responsables de que estén ahí somos nosotros, pero, siempre hay un pero, la responsabilidad me lleva a un término policiaco “premeditación y alevosía”, si porque cabria también el cargo de “Agravamiento por el vínculo”, porque esta provincia sabia cuáles eran los orígenes y las intenciones de quienes hoy nos gobiernan, y aquí es donde aparece la figura del “desinterés”, aquellos a los que se les prometió trabajo, cargos, pauta, etc, apostaron por salvarse y un mes después de las elecciones se daban cuenta que les habían metido otra vez, ni trabajo, ni cargos, o si, y una indisimulable coptación de medios para que el ajuste, sea lo menos conflictivo posible, claro hasta que llegaron los primeros sobres de sueldo y ahí la realidad les pegó ese sopapo que tanto les gusta recibir cada 4 u 8 años, los que defienden los indefendible en campaña y se estrellan contra la pared después de votar.
Conclusión, no hay que ser un mago para darse cuenta que esto va a seguir así por 4 años más, que es el vamos por todo al que ya estamos acostumbrados y que nada ni nadie nos salvara de lo que viene, un nuevo ajuste, tarifazo y lo que, como en mi caso, anunciamos mucho antes de las elecciones, las consecuencias ya conocidas en el 2001, porque es lo mismo pero con otro nombre.
Los fueguinos tenemos una tendencia al suicidio en masa, hacemos apología del que me importa y el resultado está a la vista, vivimos retrocediendo.
Armando Cabral
