El encuentro, que se llevó a cabo en el Ministerio de Industria, contó con la participación de investigadoras del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC); sectorialistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); la directora del Museo Acatushún, Dra. Natalie Goodall, así como integrantes del Proyecto “Diagnóstico de la Pesca Artesanal en Río Grande” a cargo del Ing. Sergio Osiroff.
Ubicada a unos 100 kilómetros al norte de Río Grande, “El Páramo” es considerada una de las áreas más importantes y tradicionales de la pesca artesanal costera de la Provincia, pero en 1999, a partir de una resolución de la ex Secretaría de Desarrollo y Planeamiento del Gobierno de Tierra del Fuego, fue vedada para cualquier arte de pesca.
Entre los argumentos esgrimidos por aquel entonces para adoptar esa medida, se mencionaba que el área pertenece a la “Reserva Costa Atlántica” y debía integrarse a la Red Hemisférica para Aves Playeras, así como la elevada captura incidental de aves y mamíferos marinos por obra de las redes de los pescadores artesanales.
A partir de estudios técnicos realizados por las entonces Direcciones de Protección Ambiental y Pesca Marítima se resolvió vedar la zona para la actividad pesquera artesanal.
La Secretaria de Desarrollo Local y PyME, Carolina Hernández, destacó los alcances del encuentro, asegurando que “el propósito es analizar la razonabilidad de la veda, y para eso necesitamos avanzar con la realización de investigaciones que demuestren, entre otras cosas, los volúmenes de captura incidental”.
“Si esta veda hoy no fuera razonable, porque así lo demuestran los estudios a realizar, es necesario establecer las nuevas condiciones para la apertura de la zona. Es decir, el tipo de artes de pesca que demuestra la menor incidencia y el período temporal de apertura con menor impacto”, detalló.
En ese sentido, la funcionaria sostuvo que desde la Secretaría de Desarrollo Local y PyME “lo que proponemos es que la primera investigación o toma de datos se haga simultáneamente a un permiso de período de apertura, para el año en cuestión”, considerando que “las decisiones posteriores quedarían sujetas a los resultados de estas observaciones y muestreos de campo”.
“Lógicamente, para tener los mejores datos necesitamos que los pescadores sean parte de este trabajo. Sus artes de pesca y su información será fundamental para no omitir detalles de capturas incidentales», agregó.
Por último, Hernández hizo hincapié en que «esta acción se encuentra enmarcada en los resultados parciales que van obteniéndose del diagnóstico de Zona Norte, y en todo momento lo que intentamos propiciar es el desarrollo del sector y que este siga criterios de sustentabilidad económico, ambiental y social».
Por su parte, Osiroff sostuvo que “El Páramo sigue constituyendo una zona de interés para los pescadores, por lo que sería de importancia la divulgación, ante la comunidad artesanal, de los trabajos de investigación pesquera que han sostenido, en forma sistemática y a lo largo de estos catorce años, el mantenimiento de la veda”.
Asimismo, planteó su opinión respecto a la importancia de analizar la eventual apertura de la veda durante los meses de menor captura en la costa (mayo a julio), junto a la observación sistemática de la incidencia que producen las redes de enmalle utilizadas por los pescadores.
“El tema es indagar acerca de si una veda permanente que lleva 14 años de vigencia contribuyó en forma tangible al desarrollo sustentable y analizar también cuál es el costado humano asociado a la restricción, porque existía una comunidad de pescadores que trabajaba en El Páramo, lo cual supone el sustento de familias fueguinas vinculadas a la pesquería y cuyas prácticas interactuaban con el medio ambiente, como lo hace cualquier actividad asociada a los recursos naturales”, agregó.
Los asistentes al encuentro se comprometieron a formular e intercambiar propuestas e ideas que contribuyan a avanzar en la cuestión, con vistas a determinar la posibilidad, o no, de reincorporar El Páramo, al menos parcialmente, a la actividad de los pescadores con redes de enmalle de Tierra del Fuego.
