Esa indigna tarea de justificar todo

Mart 26/03/13 20:44 hs.-Desde tiempos inmemoriales, el hombre se ha dicho a si mismo, “alguien tiene que hacer el trabajo sucio” y sin vergüenza ninguna ha llevado a cabo la peor tarea que se le pueda encomendar, desde el robo, la tortura, el secuestro, la violación, el abuso, la extorsión, los peores trabajos, pero a esta lista hay que agregarle el peor de todos, justificar, eso actos, ya no por quienes los perpetran, sino por los que se prestan y cual escudos, defienden a capa y espada situaciones indefendibles sin siquiera saber a ciencia cierta de que se tratan esas cuestiones que en su mayoría son decisiones que perjudican a cientos, miles o millones de personas.

¿Cómo funciona?, en general se da entre quienes sienten una atracción irrefrenable de formar parte de grupos de poder, por mínimos que estos sean, asumen que son parte y como una corporación se cargan al hombro cuando desastre se haya cometido, se “auto convencen charla mediante” y salen a la cancha a justificar lo que sea.

Por ejemplo, políticas de estado, que pueden ir desde las más aviesas mentiras, hasta los yerros más escandalosos, en la bolsa se puede incluir por ejemplo, obras que no se realizan, funcionarios procesados, funcionarios inútiles, funcionarios corruptos, falsas promesas, proyectos incumplidos, falta de gestión, burlas, gastos injustificados, sueldos escandalosos, que no lo son tanto si se comparten con los escuderos de turno, si se reparte, aunque en la repartija se pueda hasta dejar de brindar la copa de leche en los comedores o pagarles un sueldo digno a los docentes.

Ellos justifican la inacción, la falta de cualquier política que aporte al bienestar de la comunidad en su conjunto, se reúnen en almuerzos o cenas pantagruélicas a planear vacaciones en el caribe, mientras a 20 cuadras, profesionales solidarios trabajan gratis en la prevención de la desnutrición. No hay trabajo en obra publica, los procesados se pasean delante de nuestras narices y los inútiles son los que mandan. Todo se justifica, en la provincia y en la nación.

Disfrutan de dineros mal habidos mientras niños enfermos no se pueden derivar, señalan con el dedo, cual dioses de la desfachatez y no pueden justificar ni siquiera porque están donde están. Como diría el Nano Serrat, “son los macarras de la moral”, los que te decían como, cuando y donde, son esos que a igual trabajo desigual remuneración, unos siguen igual y otros se han enriquecido de una manera brutal, riqueza de la que además se vanaglorian como si no hubiera pasado nada. Hacen ostentación, se pavonean delante de miles que no llegan a fin de mes.

Y siguen justificando, y justifican, y sin decirlo se suman poco a poco al grupo del millón, y para muchos no solo está bien, sino que además ya está como naturalizado que a mayor caradurez, menos trabajo e indignidad, mayor enriquecimiento.

Seria bárbaro que la sociedad pudiera comenzar a separar la paja del trigo, a aquellos que se escudan tras la máscara del empleo, o la pseudo independencia, para terminar siendo los reales responsables de lo que pasa pero por sobre todos los justificadores de todo lo que nos pasa a cambio de un bienestar personal que va en detrimento de todo un pueblo, de todo un país, o de todo un continente.

Se podría dar nombres, apellidos, fechas y hechos pero seguramente cada uno de ustedes tienen en su cabeza una idea clara de quien es quien en este mapa donde todo se oculta. No importa el hecho, no importa el perjuicio, solo importa salvarse y salvar al que defendemos, lo demás se arregla, lo importante es que la gente siga creyendo lo que ellos dicen y no se cuestionen nada.

Solo quería que sepan, que a mi no se me pasa por alto que la realidad virtual que se vive en el país y en la provincia, no es casual y que muchos que creen en esto que les cuentan, cuando vean la realidad y a quienes benefició, se van a sorprender y mucho.

Armando Cabral

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