Es evidente que se trata de la actitud del Chancho salvaje, lo que no come lo destroza, estos hechos hablan no solo de vandalismo y un absoluto desinterés por espacios por cuyo mantenimiento pagamos todos, sino además de un falta de educación, de arraigo y amor por lo que es nuestro, que sinceramente alarma.
Lo del paseo de la laguna de los Patos, fue hecho con tal saña, que se parecía mas a un ajuste de cuentas que a los destrozos que habitualmente veíamos que jamás llegaron a tanto, es decir vandalismo y salvajismo para, prácticamente, desaparecer todo lo que allí había realizado la municipalidad.
Hace pocas horas y después que se anunciara que el municipio había concluido con el mantenimiento de las paradas de colectivos, habían sido aseadas, pintas, una vez mas ya no un desaprensivo, sino un atorrante que con un aerosol las pintarrajeo, arruinando un trabajo que se realizó exclusivamente para que los usuarios del servicio de colectivos tuvieran un lugar agradable para esperar el transporte, pero claro eso a que animal le importa?.
Finalmente las pintadas en el frente del edificio de la sede de los ex combatientes de Malvinas, un espacio dedicado a recordar en forma permanente el conflicto armado con Gran Bretaña, fue objeto de pintadas, que encima no dicen nada, porque seguramente los que las realizan ni siquiera pueden elaborar un mensaje coherente, so se trata de dañar, arruinar, destruir, sin tener en cuenta que quizá ellos, los imbeciles que pintan, también están pagando con sus impuestos, la mantención de lo que destruyen.
Ya lo habían hecho con el CGP Padre Zink, el monumento a Guillermo Brown, farolas, árboles de la plaza del centro, la Plaza de los Animales y todo aquello que se les cruce y n puedan ver en buenas condiciones.
Menos mal que esta piara, aun no descubrió la forma de romper el pavimento o los semáforos, pero es llamativo que a 4 militantes partidarios los pescaron infraganti pintando un paredón de una empresa privada y fueron presos, pero a estos otros jamás se los encuentra, nunca hay pistas, jamás dejan una huella, ¿no es raro?, ¿Por qué todos los actos de vandalismo son casualmente contra espacios públicos que están bajo el cuidado de la municipalidad?, ¿Por qué nunca nadie ve nada?.
Se podría decir que a los edificios públicos del gobierno de la provincia no hace falta que nadie los destruya porque se caen solo, pero aun así, hay que reconocer que también se pintaron escuelas provinciales y al día siguiente también las habían arruinado con aerosoles.
Conclusión, por un lado se piden servicios, mas fondos destinados al embellecimiento de la ciudad, mas garitas, mas contenedores para residuos, mas platines, mejor pavimento, mas espacios verdes, pero, y como hemos visto, el municipio va respondiendo en la medida de sus posibilidades con un doble esfuerzo por el recorte de coparticipación y cuando se concretan las obras aparecen los que se dedican a destruir todo, sin importar cuanto haya que esforzarse para lograrlo, por lo que es de suponer que están mas cerca del chimpancé que del hombre civilizado, y que conviven con nosotros.
Se pide mas agua y se usa para lavar autos, se piden mejores cloacas y tiran pañales, aceite, basura, trapos, maderas y todo lo que encuentran para que no funcionen, hasta fetos se han encontrado y no una vez, se pide mejor pavimento y después lo usan camiones cargados con 40 toneladas, se pide estacionamiento medido y después no se paga. Las casillas telefónicas desaparecieron de la ciudad y así con todo, destruyen todo, entonces la pregunta es, ¿por un grupo de infelices pagamos todos?.
Puede que esto suene exagerado, pero la verdad es que estamos hartos de ver como destruyen todo, impidiendo de esta manera que nuestra ciudad algún día se vea como tal, esto incluye a los que tiran la basura en cualquier lado, a los que lavan los autos en la vereda con maquinas que consumen miles de litro de agua de todos los vecinos del lugar, los que ponen bombas en los edificios para tomar agua de toda una manzana, dejan basura en el campo, lavan sus autos en el chorrillo de La Misión, vacían ceniceros en plena calle, rompen platines o se los roban para llevarlos a su casa y todo tipo de fechorías propias de aquellos que hacen de la involución, una forma de vida.
Armando Cabral.
