Venezuela se suma al MERCOSUR

Lun 23 17:51 hs.-El ingreso de Venezuela como socio pleno del MERCOSUR recién se concretó el  28-29 de junio de 2012 en la XLIII Reunión del Consejo del Mercado Común y quedará oficializado en Río de Janeiro a fin de julio. La demora de seis años en el ingreso al bloque se debió a que la entrada en  vigencia del Protocolo de 2006 requiere la aprobación parlamentaria de los cinco países implicados, pero dicha adhesión no fue aprobada por Paraguay.

El ingreso de Venezuela al bloque fue posible porque en la XLIII Reunión el Consejo del Mercado Común decidió suspender previamente a Paraguay argumentando la ruptura del orden democrático en dicho país.
Más allá de que esta entrada atípica puede generar tensiones, el ingreso de Venezuela al MERCOSUR afecta la inserción del bloque a nivel internacional, tanto a nivel político como económico.
El posicionamiento de Venezuela en el mundo –alineamiento con Irán y relación conflictiva con Estados Unidos, Colombia e Israel- puede afectar la discusión de futuros tratados de Libre Comercio.
A nivel económico, es importante resaltar que no se incorpora a un socio menor: el PBI en dólares de Venezuela es similar al de Colombia, y sólo lo superan en Sudamérica Argentina y Brasil.
Además, la entrada del sexto productor mundial de petróleo modifica el perfil exportador del bloque, ya que los cuatro miembros originarios del MERCOSUR tienen en común una agroindustria muy competitiva a nivel internacional y son deficitarios en su comercio de bienes energéticos. Esta complementariedad económica puede potenciar el comercio dentro del bloque.
El ahorro por el lado de las importaciones de petróleo y derivados no es muy elevado -el Arancel Externo Común del MERCOSUR en esos productos es nulo-, pero poder exportar bienes manufacturados a Venezuela sin aranceles –en el mediano plazo- es una gran oportunidad, especialmente para Argentina y Brasil.
Más allá de las oportunidades económicas que le puede generar al país el ingreso de Venezuela al MERCOSUR, Argentina debería reforzar las relaciones con los miembros originales.
Las trabas a las importaciones impuestas por nuestro país han generado rispideces. De hecho, en los primeros cinco meses del año las compras al MERCOSUR cayeron muy fuerte (-14,1% i.a.) mientras que las importaciones del resto del mundo se mantuvieron (+0,5% i.a.).
Los desafíos que enfrenta el MERCOSUR son múltiples. Acomodarse a la entrada de un nuevo socio en un contexto mundial incierto, zanjear diferencias internas y redoblar la apuesta a futuro figuran al tope de la lista.

Se concreta la entrada de Venezuela al MERCOSUR

A mediados de 2006 se firmó en Caracas el Protocolo de Adhesión de Venezuela como Estado Parte del MERCOSUR. Sin embargo, el ingreso como socio pleno recién se concretó el 28-29 de junio de este año en la XLIII Reunión del Consejo del Mercado Común realizada en Mendoza, y quedará oficializado en Río de Janeiro a fines de julio.
La demora de seis años en el ingreso de Venezuela al bloque se debió a que la entrada en vigencia del Protocolo de 2006 requiere de la aprobación parlamentaria de los cinco países implicados. A la fecha, dicha adhesión ha sido aprobada por los Parlamentos de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela, pero no por Paraguay.
Sin embargo, en la XLIII Reunión del Consejo del Mercado Común se decidió – en el marco del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático del MERCOSUR- suspender transitoriamente a Paraguay, producto de la ruptura del orden democrático en dicho país.
La suspensión de Paraguay –aún restan implementar los procedimientos institucionales- posibilitó el ingreso de Venezuela al bloque. Sin embargo, la entrada fue atípica, lo que puede generar conflictos. Si se levanta la suspensión sobre Paraguay, el ingreso de Venezuela al MERCOSUR no estará aprobado por uno de los parlamentos de los países miembros. Esto podría generar tensiones políticas adicionales entre ambos países, que además tienen posiciones encontradas en temas relevantes como la relación con Estados Unidos.
Más allá de este aspecto, en términos generales el ingreso de Venezuela al MERCOSUR afecta la inserción del bloque a nivel internacional, tanto a nivel político como económico.
En primer lugar, el posicionamiento de Venezuela en el mundo –alineamiento con Irán y relación conflictiva con Estados Unidos, Colombia e Israel- puede afectar la discusión de futuros tratados de Libre Comercio.
En este sentido, cabe señalar que tras el ingreso formal al MERCOSUR no sólo se deberán discutir los plazos para llevar al mínimo el Arancel Común Externo (ACE), sino que se deberá definir como se inserta Venezuela en los tratados vigentes del bloque con otros países/uniones. El ejemplo más sensible es el acuerdo de Libre Comercio con Israel (la relación bilateral entre este país y Venezuela es nula por el apoyo de Chávez a Irán).
Además, la situación política interna de Venezuela constituye un factor adicional de incertidumbre, ya que no está claro qué puede suceder si la oposición gana las próximas elecciones, y cuál es el estado de salud del Presidente Chávez si consigue su reelección.
Por otra parte, a nivel económico, es importante resaltar que no se incorpora un socio menor: el PBI en dólares de Venezuela es similar al de Colombia, y sólo lo superan en Sudamérica Argentina y Brasil. Además, el país caribeño ha sido tradicionalmente un importador de alimentos y productos manufacturados desde EE.UU y Colombia,
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por lo que existe un elevado margen para que el MERCOSUR provea estos productos a aranceles mínimos.
De hecho, la entrada del sexto productor mundial de petróleo modifica el perfil exportador del bloque, ya que los cuatro miembros originarios del MERCOSUR tienen en común una agroindustria muy competitiva a nivel internacional y son deficitarios en su comercio de bienes energéticos.
De esta forma, la complementariedad económica entre Venezuela y los miembros fundadores del MERCOSUR potencia el comercio dentro del bloque. Si bien el ahorro por el lado de las importaciones de petróleo y derivados no es muy elevado -el Arancel Externo Común (AEC) del MERCOSUR en esos productos es nulo-, poder exportar bienes manufacturados a Venezuela sin aranceles –en un par de años- es una gran oportunidad, especialmente para Brasil y Argentina.
Como se observa en el gráfico, la participación del MERCOSUR en el intercambio comercial de Venezuela ha venido creciendo desde 2003, pero sigue siendo muy bajo (menos del 6% del total). Vale destacar además, que el saldo presenta un déficit estructural (superávit a favor de los cuatro miembros originales).
Sin embargo, la diferencia entre los perfiles exportadores de Venezuela y los socios fundadores también podría modificar las prioridades en las negociaciones con otros bloques. Por caso, el Mercosur ha llevado históricamente adelante negociaciones con la UE para bajar aranceles/subsidios en comercio de alimentos.
En síntesis, la entrada de Venezuela potencia el perfil exportador y el peso del bloque generando buenas oportunidades comerciales para los socios. Sin embargo, la entrada del país carioca implica tener que compatibilizar diversos intereses económicos y políticos dentro del bloque, lo que puede debilitar el consenso interno y/o hacer más lento el proceso decisorio del MERCOSUR.

Oportunidades, riesgos y desafíos

La entrada de Venezuela al MERCOSUR puede potenciar el creciente intercambio bilateral con la Argentina. A nuestro criterio, los mayores beneficios económicos pasan por la gradual apertura del mercado venezolano a nuestras exportaciones manufactureras1.
Si bien la Argentina deberá disputar en igualdad de condiciones con Brasil, la reducción de aranceles para los socios del Bloque implica una ventaja comparativa frente a competidores externos a la hora de colocar exportaciones en Venezuela.
Esto no es un dato menor en un contexto de fuerte pérdida de competitividad externa de la economía Argentina. Las exportaciones no tradicionales y las economías regionales están sufriendo el continuo incremento de los costos en dólares que, a diferencia de los cereales y la soja, no son compensados por mejores precios internacionales.
Por el lado de las importaciones energéticas, las ganancias de la entrada de Venezuela al Mercosur son acotadas para nuestro país. Como ya mencionamos, el AEC del bloque es muy bajo para los hidrocarburos y buena parte del déficit energético de la Argentina es por las compras de gas, que importamos de Bolivia o en buques de GLP de otros países del mundo.
El país caribeño puede proveer sustitutos de gas -como fuel oil- pero son más caros y su uso sólo se justifica en invierno para paliar faltante internos. En cuanto a otros productos derivados del petróleo, Argentina podría aumentar las compras a Venezuela desplazando a otros proveedores.
Más allá de las oportunidades económicas que le puede generar al país el ingreso de Venezuela al MERCOSUR, Argentina también debería reforzar las relaciones con los miembros originales. Las trabas a las importaciones impuestas por nuestro país han generado rispideces. De hecho, en los primeros cinco meses del año las compras al mercado común cayeron muy fuerte (-14,1% i.a.) mientras que las importaciones del resto del mundo se mantuvieron (+0,5% i.a.).
1 Destaca entre otras la industria naviera, química, plástica, alimenticia y de maquinaria agrícola.
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Preocupa particularmente la relación bilateral con nuestro principal socio comercial. En un contexto de menor demanda externa y estancamiento, Brasil tomó represalias contra nuestras exportaciones. Es deseable que las negociaciones bilaterales limen asperezas pero si la Argentina persiste en la estrategia de restringir importaciones, las tensiones con nuestros socios seguirán aumentando.
Más allá de las relaciones comerciales, también hay que reforzar las relaciones con los miembros originales puesto que haber forzado el ingreso de Venezuela al MERCOSUR tras suspender a Paraguay generó tensiones en el seno del bloque. Incluso hubo opiniones de disenso respecto de la decisión tomada dentro del Gobierno uruguayo.
Por último, cerramos este informe destacando los múltiples desafíos que enfrenta el MERCOSUR. En primer lugar, acomodarse a la entrada de un nuevo socio (planear una estrategia común, plazos de desgravación de aranceles, etc.) en un contexto mundial incierto. Una vez finalizado el proceso de inserción de Venezuela, habrá que zanjear las diferencias/asimetrías existentes entre los estados fundadores, y redoblar la apuesta para lograr un desarrollo conjunto.

Fuente:Ecolatina.

Director:economista Marco Lavagna.

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