La definición es más que clara, salvo Dios, todos tenemos errores, algunos los reconocen mas, otros los reconocen menos, pero se podría decir que en la vida del ciudadano común, esto puede ser hasta tolerable, en mas o en menos, pero cuando los que sufren esa imposibilidad son los que gobiernan, tanto sean municipales, provinciales o nacionales, la cosa se complica.
En los últimos 6 meses esto ha ocurrido con asiduidad, digo la seguidilla de errores cometidos desde el funcionariado, al que en algunos casos se le puede agregar como excusa, que unos tienen 6 meses de gestión, pero otros ya van por un segundo mandato, es decir 4 años y medio al frente de ejecutivos como el gabinete provincial, que se recicla permanentemente, pero no cambia las políticas, el municipio de Ushuaia, que si salió a dar explicaciones por algunos temas como el “Programa Ushuaia recicla”, y asumió responsabilidades, o el municipio de Rio Grande que asumió sus errores luego del pavoroso incendio en el Parque Industrial, pero el gobierno de la provincia tiene una capacidad para la excusa, el ninguneo y la falta de autocritica que asusta, nada es como la gente lo ve, sino como ellos dicen que es.
En el hospital de Rio Grande, no pasa nada, las escuelas funcionan fantástico, la seguridad es una maravilla y no hay nada que sincerar, nada que aclarar, y mucho menos se puede hablar de crisis, “no se preocupen administro yo, no administran ellos” será una frase que quedara en la historia de Tierra del Fuego, como una muestra del despropósito y precisamente la falta de autocritica.
Pero hay algo que es tan simple, como que la gente ve todos los días, que lo que para los funcionarios está bien, para ellos no funciona.
No son los medios los que dicen el hospital es un desastre, ni es la gente la que hace que los profesionales se vayan o no haya insumos. No son los medios los que rompen los colegios, o salen a robar tres veces al día o mas, que es el promedio de asaltos en Rio Grande por ejemplo. Eso lo sufre la gente, como la falta de vuelos, la inflación descontrolada, y mal se puede decir que todo está bien cuando hay que andar haciendo colectas públicas para juntar elementos para comedores comunitarios, en una provincial de 200 mil habitantes. Quienes niegan esta realidad, o no salen de su casa todos los días, o evidentemente tienen una tendencia a la mitomanía, notable. Es como negar el crecimiento de Tolhuin y la falta de servicios de agua gas y cloacas, un hospital, pavimento y más escuelas.
Es como decir que el transito en Rio Grande no es un caos, o que estacionar es una simpleza diaria, o que la ciudad esta impecable. Podría trasladar esto a Ushuaia y negar que existe una crisis del agua que aun no se soluciono, o que no hay basura, o que el transito es perfecto, no, no y no, los docentes lo saben, los policías lo saben, los bomberos lo saben y toda la sociedad abe que vivimos en un lugar que podría ser mejor y que quienes trabajan en eso son pocos y que los que no dicen las verdad son muchos más.
Es lo mismo que pasa a nivel nacional, con el INDEC, el cierre de las importaciones, el dólar paralelo, y coparticipación federal, todos niegan esto, pero la gente lo vive todos los días en carne propia. En el caso de la coparticipación, miente nación, miente provincia, y mienten los municipios, todos saben que Nación no envía lo que corresponde, y esto no lo digo yo, los dicen todas las consultoras privadas del país, y el tema es tan grave que ya se empezó a patear para adelante en el Congreso Nacional, por a la vista esta, que el mes pasado, Nación se quedó con el 75% de la recaudación nacional y solo envió el 25% restante a las provincia provocando un caos en al menos 16 de los 23 estados provinciales.
No hay la mas mínima autocritica por parte del gobierno nacional, que incumple sistemáticamente la ley obligando a ir a la Corte Suprema de Justicia a hacer reclamos que no deberían realizarse. Esto se toma como ayuda a las provincia y los gobernadores con rodilleras, sumisos, aceptan los que se les envía con el único objetivo de llegar al 2015, nadie cuestiona a Cristina, pero la sociedad está cada vez mas ahogada por esta situación y por políticas cortoplacistas que, es obvio, no están dando resultados.
Así las cosas y a la espera de un sinceramiento generalizado que si es necesario, de un blanqueo imprescindible y de una autocritica veraz, que transparente y deje expuestos los errores para no volver a cometerlos, nación, provincia y municipios ingresan a un segundo semestre que depara situaciones no previstas, entre ellas la poca vocación de poder de algunos, el alarmismo de otros y la ondulante y colorida política de aquellos que del socialismo pasaron al kirchnerismo sin mediar paso previo y hoy no están ni con uno ni con otro o al menos no se nota que así sea, salvo por esa postura ambivalente de soy esto, pero si no acepto esto otro me caigo como una plomada, ya le está pasando a Peralta en Santa Cruz, le pasó a Scioli en Buenos Aires, a De la Sota en Córdoba, en Chubut, Neuquén y varias provincias más.
La falta de autocritica es una forma de la política de cabotaje, de negar la realidad. Lo que no está bien, no lo estará por más que se lo oculte, o se lo niegue, está ahí, lo vemos todos los días, los medios y la gente. Algunos nos atrevemos a decirlos y a mostrarlo, otros lo ocultan lo desfiguran o lo tapan con excusas, el tema es que estas ya se están acabando y llega un tiempo donde el efecto rebote se hace sentir, como pasó con los fondos de Buenos Aires, la presidenta debió enviar 1500 millones mas, porque Buenos Aires produce el 50 % del producto bruto interno es decir unos 200 mil millones de pesos anuales, sobre 450 mil millones que es el total y tiene que rogar que le envíen 2800 millones de nación, en una provincia donde vive el 40% de los habitantes del país. Esto es una verdad que no se puede ocultar, ojala que de ahora en más se puedan mostrar más verdades y no haya que poner a los trabajadores, como ocurrió, al frente de una situación, que eminentemente política y tiene mucho que ver con esto de no asumir errores, Tierra del Fuego, debe pararse ante nación como decía la gobernadora al inicio de su primera gestión con una actitud de respeto institucional y reclamar que se le envié lo que corresponde por ley y no aceptar “ayudas”, que hoy son menos del 50% de lo que debería recibir y están poniendo en jaque a toda una sociedad.
Las relaciones carnales ya han demostrado para que sirven, hagamos un autocritica, asumamos los errores y no volvamos a repetirlos.
Armando Cabral.