Para nosotros José era aquél que nos desafiaba a aprender cada día más, aquél que nos deslumbraba con sus estudios, con sus análisis sobre las potencialidades de nuestra provincia. Era aquél que nos marcaba el camino que tendría que seguir Tierra del Fuego si realmente quería ser un lugar que albergara y abrigara a los fueguinos y que recibiera con un fuerte abrazo a quienes venían en busca de un futuro mejor.
José Martínez fue quien motorizó en el Senado de la Nación, junto con María Rosa Díaz, el proyecto de ley que dio lugar a la creación de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF), la casa de altos estudios que paso a paso va consolidándose como un espacio para el estudio y la reflexión de las particularidades de nuestra provincia.
Pero además, por esa visión estratégica y de largo plazo que lo caracterizaba, José pudo llevar adelante el famoso Fideicomiso Austral en el que el Gobierno Nacional y Provincial acordaron la conformación de un fondo destinado a obras estratégicas a partir del 50 por ciento de las regalías hidrocarburíferas que se encuentra costa afuera. José es EL PADRE DEL FIDEICOMISO AUSTRAL, gracias a él hoy los fueguinos tenemos una perspectiva de 20 años en obras fundamentales para nuestro desarrollo.
Sin embargo, él era un hombre inquieto; vivía pensando cómo podía hacer para llevarle soluciones a la población y por eso impulsó el Corredor Marítimo Austral con el que finalmente Tierra del Fuego podría tener su propia conexión con la provincia de Santa Cruz. Gracias a su trabajo, ese proyecto cuenta hoy con media sanción en el senado y avanza en la cámara de diputados para que los fueguinos podamos tener una conexión soberana con el resto de nuestra nación.
José era un tipo que pensaba más allá de su presente, trabajaba pensando en sus hijos y en sus nietos y vivió su vida trabajando para que las próximas generaciones pudieran disfrutar de un futuro más prometedor.
Nosotros perdimos a un compañero y a un amigo, pero la sociedad toda perdió a un hombre dedicado a solucionar problemas de fondo. Hoy, en una provincia en la que sobran los problemas de infraestructura básica, en la que faltan viviendas, en la que faltan inversiones en materia productiva, es importante que podamos recordar a uno de los pocos, sino el único, que supo ver más allá de su propia nariz y supo traer soluciones profundas a los problemas que nos aquejan cotidianamente.
