Según La Política Online, las nuevas compras de gas natural licuado (GNL), que cerró el viernes pasado la empresa estatal Enarsa, son para tapar parte los agujeros que dejó la decisión de Repsol de cancelar las entregas que se había adjudicado a fines de 2011 y completar los huecos del invierno que estaban pendientes de las anteriores licitaciones que fueron declaradas desiertas. De acuerdo con Clarín, por las seis cargas de GNL que fueron adjudicadas para los barcos regasificadores de Bahía Blanca y Escobar, el Gobierno debió pagar casi un 26% más que el precio que estaba pactado con Repsol por los 10 cargamentos que iba a proveer durante este año y que tras la estatización de la mayoría accionaria de YPF la petrolera española resolvió dar de baja. Frente a los 13,5 dólares por millón de unidades térmicas británicas (BTU) que se había acordado con Repsol, ahora el nuevo precio que aceptaron pagar las autoridades de Enarsa alcanza un promedio de u$s 17 por millón de BTU. En total, las seis cargas en juego implicarán para el Estado un desembolso de u$s 306 millones (u$s 80 millones más que el contrato original).
Para evitar cortes el Gobierno pagará 26% más caro el gas
El mismo día en que promulgaba la ley expropiatoria de YPF que declaró de “interés público y objetivo prioritario el autoabastecimiento energético”, el Gobierno tuvo que salir de apuro a contratar nuevas importaciones de gas por barco para poder morigerar las restricciones de suministro a las industrias y atender la mayor demanda residencial prevista para el período invernal
