Más de cien trabajadores se quedaron sin empleo

Mierc 7 09:00 hs.-Ayer cerró la empresa textil Yamana del Sur, dejando 130 trabajadores en la calle. Aunque la empresa había recibido un préstamo para hacer frente a los salarios de octubre, la falta de insumos y los problemas arrastrados a lo largo del año, no terminaban de dar tranquilidad a los trabajadores quienes vieron hacerse realidad su peor pesadilla al recibir los telegramas de despido. El centro de esta crisis fue la política de cierre de las importaciones de Guillermo Moreno que dejó a la empresa sin insumos. Podrían hacerse cargo nuevos inversores, pero aun no hay nada claro. La otra parte de la Ley 19640.

RÍO GRANDE – Lo de Yamana del Sue, no es nuevo ni mucho menos, desde comienzo de año en que se decidió cerrar las importaciones, la empresa tuvo miles de problemas para poder acceder a materia prima de calidad que le permitiera fabricar un producto competitivo, sin embargo nada de eso pasó y poco a poco la empresa se fue cayendo, hasta terminar en este desastre que a menos de 15 días para las fiestas deja a 130 personas en la calle.
A contramano de lo que pasa en la industria electrónica, el sector textil ha venido con numerosos problemas por las restricciones a las importaciones ya que han visto encarecerse la materia prima y en consecuencia el costo de los productos que fabrican y que pierden lugar en la competencia con los que se producen en Brasil.
En la jornada de ayer, una de las consecuencias que se preveía finalmente se hizo realidad con el cierre de la empresa Yamana del Sur y el despido de 130 trabajadores.
Cabe recordar que los problemas venían agravándose en el último tiempo e incluso no había conocimiento cierto en relación a que se pudieran pagar los sueldos de octubre; sin embargo, la visita la semana pasada del Ministro de Economía Christian Ruiz y el compromiso de realizar el pago de los sueldos de los trabajadores a través de un préstamo a la empresa había abierto una brecha de esperanza para el personal de Yamana, a lo que se sumó la cancelación de los haberes.
A pesar de este paliativo, las dudas de los trabajadores seguían ya que no tenían la seguridad de las determinaciones que podía llegar a tomar el dueño de la empresa que, según afirmaban los empleados de la fábrica textil, no estaba interesado en recibir un préstamo, sino que pretendía un subsidio para el pago de los salarios.
Ayer por la mañana, los trabajadores textiles se encontraron con la noticia del cierre de la empresa y la pérdida de la fuente laboral de 130 personas que no sólo están preocupadas porque no saben cuál será su futuro económico, sino porque en muchos casos no se respetó la antigüedad a la hora de realizar las liquidaciones finales.
Según transcendió la empresa podría volver a reanudar la producción en el futuro, y los trabajadores serían incorporados en la medida que se los necesite, pero hasta el momento nada es seguro, y el apoyo que los trabajadores esperan de la Federación Obrera del Vestido y Afines (FONIVA), el sindicato que los representa, brilla por su ausencia.
Vale señalar que la empresa había entrado en concurso de acreedores, por lo se encontraba realizando una búsqueda de posibles inversores que quisieran hacerse cargo de la planta, la cual hacía prácticamente dos años tenía una situación de inestabilidad en cuanto a la producción.
En este marco los trabajadores no tenían jornadas laborales en forma normal, sino que dependían de la existencia o no de material para poder llevar adelante la producción, obligándolos a retirarse en distintos horarios, o a estar suspendidos, a pesar de estar en contra de dicha modalidad de trabajo.
El gobierno provincial no pudo evitar el cierre aun cuando aportó fondos para poder pagar sueldos del mes de octubre pero de Noviembre nada se sabe. Ayer cuando se reunieron los abogados de la empresa y el representante de los trabajadores se dio fin a una historia de idas y que termino con la caída de otra fuete laboral, lo que además demuestra que la mirada de todos los sectores, incluido el estado provincial, esta puesto en las electrónicas, o al menos no se pone el mismo ímpetu en los textiles y los plásticos, que el que se pone en las electrónicas. Si todo sigue así seguirán los cierres, de eso no hay duda.

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