Bogado fue consultado sobre las obras llevadas adelante por el Fondo Federal Fiduciario de Infraestructura Regional del Ministerio de Planificación Federal e Inversión Pública de la Nación en carácter de compensación de deudas con el municipio local.
Agregó que “existe la propuesta de presentación de nuevas obras por cerca de 10 millones de pesos más para el Municipio de Río Grande que se están estudiando”, reveló.
El funcionario municipal confió en este sentido que son diversas las evaluaciones que se están haciendo, una de ellas es la posibilidad de construir plantas modulares “pero como ya se está comenzando con estas obras, hay que evaluar los tiempos si son necesarias o no -porque evidentemente hemos avanzado mucho con el proceso de construcción de la nueva planta- o bien volcar ese dinero a nuevas obras de infraestructura que el Intendente electo va a determinar hacia dónde la puede direccionar, como puede ser la construcción de algún equipamiento deportivo. Esto es ya facultad de la nueva autoridad política de la ciudad”, expuso.
Licitación de la nueva planta
El Secretario de Obras y Servios Públicos también fue consultado por la licitación de la nueva planta potabilizadora cuyas ofertas se abrieron la pasada semana.
Informó que se han presentado dos empresas a la licitación de la obra de la nueva planta potabilizadora, Proalsa SA y Cóccaro Hnos. SRL. “Ha sido una licitación pública a nivel nacional y se cumplió con los requisitos que exige la Ley Nº 13.064 de Obras Públicas y estamos muy contentos porque hubo una puja de empresas sobre la obra que tiene un presupuesto oficial de 101 millones de pesos que provienen del fondo del Fideicomiso Austral”.
Explicó que en el marco de este fondo, “se distribuyen las obras en función de las necesidades y prioridades de las ciudades, entre la provincia y los municipios, y en este caso es la segunda que nosotros hemos solicitado y se ha incorporado la construcción de una planta potabilizadora de agua de más de 200 metros cúbicos por hora que sería el doble de lo que produce la planta actual”.
Bogado añadió que una vez concluida esta planta y puesta en régimen, en unos 24 meses, “estaríamos produciendo 300 metros cúbicos por hora”.
Confió que “estamos muy contentos porque dentro de lo que nosotros hablamos de la posibilidad de financiamiento, lo que ha sido el master plan o el Plan Maestro de Desarrollo de Infraestructura Urbana para la ciudad de Río Grande, se están cumpliendo las metas y los objetivos planteados en ese master plan y todo ese fruto de planificación se está viendo en este momento a partir de lo que el ingeniero Jorge Martín había precisado en cuanto a buscar la manera, la forma y la organización y tareas de proyectos, planificación, gestión y ejecución de obras que tengan que ver con los requerimientos actuales y las necesidades futuras en el marco del crecimiento de la cuidad. Las distintas urbanizaciones que se están dando nos hablan de un desarrollo exponencial muy importante de Río Grande y en ese marco estas obras están programadas para que presten servicios en los próximos 20 a 30 años, en función de cómo está creciendo la ciudad”.
Sobre la ubicación de la planta y sus prestaciones, Bogado detalló que “se buscó el lugar más favorable para su instalación y ese lugar está a unos 3 kilómetros río arriba, prácticamente al lado de la toma existente, en un morro”.
Agregó que “ahí está el sitio donde se va a construir la planta potabilizadora que va a tener la última tecnología, su propia toma de agua y además, es modular; es decir, tiene la posibilidad de ser ampliada cuando llegue el momento, en previsión del crecimiento de la ciudad”.
Otro de los aspectos técnicos que rescató de la obra “es que tendrá un by pass con la actual planta de ‘El Tropezón’ de modo que si una debe quedar fuera de servicio por mantenimiento, la otra seguirá prestando servicios normalmente. Esto adquiere una magnitud de gran relevancia para ser tenida en cuenta”, destacó el funcionario municipal. También tendrá incorporado un grupo electrógeno propio para los casos de que haya algún inconveniente en la ciudad, “de manera de no dejar sin este servicio vital de agua a Río Grande”.
Otros de los aspectos que se tuvo en cuenta, además de prever alguna posible inundación, es que al estar a una altura determinada, se utilizará la fuerza de la gravedad sin necesidad de utilizar bombas impulsoras, con el consiguiente ahorro de energía eléctrica.
