El plan de gastos de Cristina de Kirchner -defendido ya en el Congreso por Amado Boudou- contempla un crecimiento del PBI del 5,1%, una inflación anual del 9,1% (menos de la mitad de lo que estiman las consultoras privadas) y un dólar a 4,40 pesos.
A partir de ello, la réplica de los dictados que emanan de ese texto -o su reflejo cercano- se percibe de manera incipiente no sólo en provincias claramente alineadas con el kirchnerismo sino también en distritos gobernados por partidos aliados e incluso en algunos de corte opositor.
Por caso, en Buenos Aires el gobernador justicialista Daniel Scioli repetiría -como es tradición- las pautas macronacionales.
En Tierra del Fuego, en sintonía, la exarista Fabiana Ríos -de buena relación con la Casa Rosada- marcha por esa senda aunque se justifica por ello su ministro de Economía, Christian Ruiz, desde la isla, que es uno de los distritos que mide la inflación local.
«No podemos armar un presupuesto público con una pauta inflacionaria privada; lamentablemente me tengo que atar a eso para armarlo», argumentó.
Escenario
En agosto pasado, la inflación promedio entre Ushuaia y Río Grande fue del 1,97%, más a tono con el 1,87% de las consultoras privadas que con el 0,8% del INDEC para la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.
A contramano de ese escenario, el gobernador de San Luis y candidato presidencial de Compromiso Federal, Alberto Rodríguez Saá, se atrevió a su proyecto de presupuesto -que tiene media sanción y sería convertido en ley la semana que viene- una inflación estimada del 22%.
«Aplicamos ese porcentaje al confeccionar el proyecto en abril usando informes de consultores privados y estimaciones propias; descartamos una inflación del 9% porque no es nada cierta y es indefendible ante la Cámara de Diputados», aseguró ayer a este diario el ministro de Economía local, José María Emer.
Según la Dirección Provincial de Estadística y Censos sanluiseña, en agosto pasado los precios al consumidor subieron el 2,4%, triplicando lo informado por el INDEC para Capital y el Gran Buenos Aires.
En paralelo, uno de los casos más emblemáticos es el de Santa Fe, donde el plan de gastos diseñado por el equipo económico del gobernador socialista Hermes Binner para el año entrante contempla una inflación del 12%, menos de la mitad que la estimada por el instituto de mediciones provincial.
El hecho de que Binner es, como Rodríguez Saá, candidato a presidente (por el Frente Amplio Progresista), fogoneó la reacción del arco opositor.
Por caso, el diputado nacional radical Juan Pedro Tunessi aseguró que «prever un 12% de inflación es exactamente lo que hace el Gobierno nacional, que tiene una previsión parecida, lo que hace que todo el Presupuesto no sea más que un dibujo y una forma de hacer caja para gastar con discrecionalidad».
«Como gobernador eleva para 2012 un Presupuesto provincial con la pauta de inflación del 12%, pero en los medios declara que estamos en hiperinflación», sostuvo por su parte el primer candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria santafesino, Omar Perotti.
En la vereda oficial, se defendía el ministro de Economía, Angel Sciara: «La provincia no hizo más que respetar la Ley de Responsabilidad Fiscal, tomando las pautas macroeconómicas de ese comité, dijo.
Con todo, hay incógnitas, de la mano del lento avance de la confección de los presupuestos ante la escalada de elecciones que concluirá con la megajornada del próximo 23 de octubre.
Uno de esos casos en Mendoza, que meses atrás volvió a confeccionar un índice de inflación propio -a través de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Econó-micas-, auditado por la Universidad local. Ese relevamiento arroja porcentajes más altos que los del INDEC, aunque no llegan a duplicarlos.
El saliente gobernador justicialista Celso Jaque aplicó en los presupuestos de los últimos tres años un índice de inflación que no fue réplica de la pauta nacional sino que surgió de una ronda de consultas con economistas locales y de los relevamientos del Gobierno provincial. El porcentaje resultante fue diferente al de Balcarce 50, aunque esa brecha no fue significativa.
Pautas
Este año podría reeditarse esa postal, aunque la definición de las pautas macroeconómicas -como el nivel de crecimiento y la inflación- del plan de gastos se dará recién de la mano de la unción del nuevo gobernador, que surgirá de los comicios cuyanos del próximo 23 de octubre (protagonizados por el peronista Francisco «Paco» Pérez y el exmandatario radical Roberto Iglesias).
Entre enero y agosto pasados, la inflación en Mendoza fue del 14,6% según la Dirección de Estadística e Investigaciones Económicas provincial, pero para el INDEC fue de sólo el 6,4%.
Quienes alegan la importancia de que los planes de gastos del interior reflejen índices de precios más cercanos a la realidad de las góndolas advierten que el riesgo es crear un presupuesto irreal y disminuir los recursos que -se sabe- se van a incrementar.
Ello, en base a que el texto se elabora con estimaciones de recursos que van a ingresar, y al hecho de que la inflación está directamente relacionada con motores de generación de fondos como el Impuesto a los Ingresos Brutos o Patentes.
Por eso las voces críticas enfatizan que uno de los objetivos finales es hacer caja para gastar de manera discrecional.
Fuente:Ambito Financiero
