Por el boom de consumo, vuelve a crecer la deuda de las familias

Sab 22 11:36 hs.-Después de toda «fiesta», que es la figura con la que los economistas calificaron el boom de consumo de fines del año pasado, llega el momento de pagar los gastos Y aunque la cuenta aumentó y tiende a ser más «salada los analistas consultados por La Nacion coincidieron en señalar que, dado el mix de crecimiento e ingresos que, en general, tienden a ajustarse pari passu con la inflación (aunque con algún rezago), pese al incremento registrado en los saldos de deuda se trata de niveles que aún están lejos de resultar insostenibles o problemáticos de afrontar, en tanto el actual contexto se mantenga.

Según los últimos datos disponibles, la deuda promedio de las familias generada por consumos (excluye financiaciones para la compra de automóviles o hipotecarias) se elevó en el último trimestre de 11.600 a 12.500 pesos. De esta manera su cancelación total supondría la afectación total de hasta 3,38 sueldos, según estima la consultora local Econviews, cuando hasta octubre obligaba a afectar hasta 3,16 y un año antes, 3,08 salarios. El sueldo que se toma como parámetro es un mix entre la remuneración que, en promedio, reciben los trabajadores registrados de los sectores privado y público, y es de $ 3700 mensuales.
El relevamiento que realiza este estudio incluye la deuda que los individuos toman con los bancos y agrega también -mediante estimaciones basadas en las emisiones de fideicomisos financieros originados en préstamos al consumo- las contraídas con cadenas comerciales o tarjetas no bancarias.
«En el último año el stock de endeudamiento de los hogares habría aumentado 34% en términos nominales y un 9% de esa suba se registró durante el último bimestre. Medido en términos de salarios, que es lo que importa a la hora de evaluar cuán sostenible es el nivel de endeudamiento, estimamos que las personas ocupadas adeudan alrededor de 3,4 salarios mensuales. Ese mismo ratio era de 3,08 un año atrás, es decir que en 2010 el endeudamiento respecto al salario aumentó un 9,5 por ciento», explicó el economista jefe de Econviews, David Mermelstein, a cargo de ese informe.
Pese al salto de los últimos meses, el nivel de endeudamiento está lejos del pico de 3,62 salarios que había alcanzado a fines de 2007 en las mediciones de esta consultora y dista de ser riesgoso, en parte, porque se supone que una porción importante del pasivo está contraído a tasa fija lo que, en un contexto de elevada y sostenida inflación, favorece la licuación de parte de estas deudas y su progresiva cancelación.
«Desde el punto de vista del riesgo crediticio este crecimiento está lejos de encender alguna alarma si consideramos que la expectativa es que precios y salarios se sigan actualizando», explica Mermelstein. «En general, los que financian miden la incidencia que el total de las cuotas a pagar tienen sobre el salario mensual. Si esa relación supera el 30 o 35% no te financian. Pero el dinamismo actual del mercado parece desmentir que estemos llegando a ese límite», acota.
Los bancos captaron buena tajada de la mayor propensión que el público mostró a gastar, en parte, obligado por la necesidad de atender consumos tradicionales de fin de año o pagar el descanso vacacional.
Esto se verifica cuando se observa el fuerte salto que en los últimas semanas tuvieron los saldos de consumo financiados con tarjetas de crédito.
«Las últimas estadísticas publicadas, que llegan hasta el 7 de enero, muestran que el stock de deudas contraídas con tarjetas, que venía creciendo a un ritmo de $ 800 millones hasta un mes antes, pasó a expandirse en más de 1700 millones. Es decir que el ritmo de pedaleo se duplicó de un mes a otro», observó Andrés Méndez, de la consultora Actividad, Moneda y Finanzas (AMF).
Pero si se quiere limpiar el dato debe quitarse la carga de estacionalidad, ya que se sabe que fin de año trae consigo un incremento en el nivel de gastos familiares, hay que mirar que el saldo de la deuda promedio con tarjetas, que había crecido en $ 1000 millones en los últimos días de 2009, pasó a expandirse en más de 1700 millones este año.
«Si calculamos una inflación real anual en torno del 25%, que es el rango coincidente entre los privados, se puede concluir que este año el diferimiento de saldos a pagar se acrecentó en alrededor del 37% en moneda constante», apuntó Méndez.
Ambos economistas coinciden en adjudicar el salto en los stocks de deuda a la creciente propensión que los consumidores muestran para financiar consumos, la que derivaría tanto de la imposibilidad de hacer frente a ellos con ingresos corrientes como de las facilidades que ofrece el entorno, gracias a la fuerte competencia que exhibe el mercado en la oferta de planes de pago.
(lanacion)

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