El viejo puente es un símbolo, un símbolo del desarrollo, un símbolo de unidad, un símbolo de prosperidad, un símbolo que un día se cayo por el abandono, como se van cayendo tantas otras cosas en esta provincia en general y en Rio Grande en particular. El respeto por la historia, el reconocimiento a los pioneros, a los que solo se los reconoce una selecta cena una vez al año y el resto no se sabe que es de su vida.
El viejo puente de hierro esta caído y semisumergido en las frías aguas del Rio Grande, es una calara muestra del desgano la desidia y la falta de prioridades de quienes han gobernado esta provincia y esta ciudad por 20 años.
Así también se degradó el viejo muelle del frigorífico CAP, cientos de viviendas tradicionales que bien podrían formar parte del patrimonio de la ciudad. Pero eso tampoco se previo, ni se planificó, ni proyecto absolutamente nada que nos mantenga presente el pasado y todo aquello que aportó al desarrollo de Tierra del Fuego, una provincia hidrocarburíferas que no tiene un Museo Permanente del Petróleo, base fundamental del desarrollo, porque aunque no lo crean ante de que el estado se convirtiera el único empleador, llegaran los ñoquis y los mega pases, había gente que producía por fuera del el, la ganadería, el gas y el petróleo eran la mayor fuente de ingresos a esta provincia.
Un símbolo mas a caído, y se muestra cual espejo de lo que nos pasa a los fueguinos, de a poco vamos perdiendo identidad, y no tiene que ver con quienes vienen o van, sino con quienes tienen la responsabilidad de mantener viva la historia, quienes manejan los destinos del estado.
Nunca se van a hacer cargo ni de este ni de ninguno de los errores que a diario cometen, pero si hablan los valores. “Ningún pueblo puede saber donde va, si no sabe de donde viene”.
Armando Cabral
