Moyano admitió que la inflación se puede descontrolar en el país

MAR DEL PLATA Dom 5 08:33 hs.- Con los escándalos y conflictos de la Cumbre Iberoamericana como telón de fondo, el jefe de la CGT, Hugo Moyano, se dio un abrazo con empresarios Se dirigió hasta el hotel Sheraton para saludarlos y cerrar la Cumbre Iberoamericana de Empresarios, donde defendió el pacto social. Pero ante periodistas admitió que «lo que más afecta es la inflación que se puede descontrolar» y culpó a «los formadores de precios, los supermercados y los proveedores de los supermercados».

Luego se dirigió al sindicato La Bancaria, donde se realizaba el Encuentro Sindical Iberoamericano. Allí, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, adelantó que el pacto social procurará que los aumentos de salarios de las paritarias de 2011 no disparen aumentos de precios. Y anunció que la semana que viene comenzarán las reuniones formales con cámaras y sindicatos.
En ese ámbito, Moyano, y el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, se hicieron recíprocos guiños: anunciaron que se reunirán la semana próxima y deslizaron que buscan una unidad sindical, al subrayar su lealtad y decir que siempre han pensado igual.
Como anticipo de que la central obrera buscará obtener cargos en las próximas elecciones, Moyano fue terminante: «Los trabajadores tenemos que participar en política. ¿Por qué no podemos aspirar, después de 2011, a tener un trabajador en el gobierno? Para eso necesitamos políticas y tenemos que llegar al poder».
En tanto, en el encuentro con los empresarios, el clima era de buen humor. «Vine a cumplir con la invitación de los amigos», dijo Moyano al llegar al Sheraton. Y les dio la mano a José Ignacio de Mendiguren, de la Unión Industrial (UIA); a Federico Polli, director de Asuntos Económicos de la Secretaría General Iberoamericana; al economista Aldo Ferrer y al empresarios Enrique Pescarmona. Luego disertó y, en lo que podría ser la primera foto del pacto social, lo escucharon Alejandro Bulgheroni, Antonio Gomis (Repsol), Mario Vicens, de ABA (bancos extranjeros), Gustavo Grobocopatel, y Horacio Martínez (UIA), entre otros.
Los escándalos de la coyuntura (los cables de WikiLeaks, los mails de Ricardo Jaime y la mafia de los medicamentos) fueron soslayados. Cuando Moyano fue consultado sobre el procesamiento de Marcos Hendler, proveedor de la obra social de los camioneros, se ofuscó con los periodistas: «Preguntale al juez. ¿Qué sé yo?». Antes había dicho: «Está todo en manos de la Justicia; yo no tengo nada que decir».
Ante la prensa, Moyano dijo: «Lo que más afecta a todos es la inflación, que puede descontrolarse. Hay que tratar de evitarlo. Vamos a hacer el esfuerzo necesario y esperamos que los empresarios tengan la misma actitud». Cuando fue consultado sobre a qué empresarios les adjudicaba la suba de precios, dijo: «Los formadores de precios, supermercados o proveedores de supermercados. Todos, un poquito cada uno». Esa es precisamente la visión del Gobierno. La presidenta Cristina Kirchner también había reclamado responsabilidad a los formadores de precios.
Tomada adelantó que el Gobierno promoverá, primero, acuerdos sectoriales de precios y salarios como los de petroleros y mineros, para luego avanzar en un gran pacto social por cámaras industriales y de servicios. «Nunca hemos hablado de techo para los reclamos salariales, sino de paritarias que se harán como todos los años», agregó. Sin embargo, fuentes empresariales comentaron que se fijaría un tope de referencia del 18% para los primeros aumentos de 2011, entre enero y abril.
En tanto, los dirigentes sindicales de Iberoamérica firmaron un documento en el que condenaron la judicialización de la protesta social y reclamaron aplicar políticas tendientes a lograr la «justicia social».
(lanacion)

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