El encuentro tendrá lugar a instancias del organismo laboral que convocó a las partes; y desde el Ministerio de Salud se presentará un documento ante la autoridad de aplicación, mediante el cual planteará su postura sobre lo que se entiende como servicios mínimos a cubrir durante un paro de actividades.
En tal sentido, la ministra María Grieco adelantó que tales servicios “no pueden ser menores a aquellos que se prestan durante un fin de semana o en un día feriado; y específicamente las áreas de Internación y guardias deben tener garantizada, así como sucede los fines de semana, no sólo la atención médica y de enfermería, sino también todos los servicios auxiliares que hacen al cuidado del paciente internado, lo que incluye la alimentación, la higiene y la ropa, entre otros”.
«Me parece un paso importante que queden fehacientemente determinados los servicios mínimos para que no haya ningún margen de riesgo en la atención a la población en adelante”, remarcó la titular de Salud, quien consideró además que “es mucho mejor que esta discusión se dé en el Ministerio de Trabajo, fuera del momento de tensión propia de un paro”.
Además aclaró que «esto es totalmente independiente del conflicto en curso que sigue por su vía negocial con la mejor voluntad y esfuerzo del Ejecutivo para avanzar en un acuerdo con el sector, para dar respuesta a la demanda salarial de la mejor manera que resulte posible”.
La funcionaria anotó que desde el área a su cargo “entendemos que en una huelga, como máximo puede llegar a suspenderse toda la actividad programada y ambulatoria; pero nunca resentir la atención de los pacientes internados, ni la atención de las guardias externas”.
Aclaró además que “este planteo que hacemos tienen validez siempre y cuando las medidas no se prolonguen en el tiempo; porque si éstas se extienden, no sólo resulta necesaria la cobertura de la emergencia externa y la Internación, sino que también debe contemplarse la atención mínima en consultorio de las especialidades básicas”.
Argumentó esto último en el hecho de que “aquellas cuestiones de salud que no son urgentes, indudablemente con el transcurrir del tiempo sí merecen ser atendidas; como puede ser, por ejemplo, el control de una embarazada, de pacientes con enfermedades crónicas, o de enfermedades agudas, que pueden esperar pero no tiempos demasiado prolongados”.
