El senador nacional del Movimiento Popular Neuquino (MPN), Horacio Lores, decidió sentarse en la su banca a discutir mañana el proyecto para darle movilidad a las jubilaciones y elevarlas al 82% de los salarios de base, lo que garantizaría el quórum y permitiría su sanción.
Sobre todo porque, si bien el neuquino no confirmó qué posición tomará, la diputada rionegrina María José Bongiorno, otra habitual alidada del kirchnerismo, confirmó que votará a favor del proyecto fogoneado por todo el arco opositor. Sus voceros aseguraron a LPO que “siempre tuvo decidido” apoyar la movilidad jubilatoria.
Con ella, salvo alguna sorpresa de último momento, el 82% móvil tiene ya 36 apoyos en la Cámara alta, uno menos que lo necesario para garantizar la sanción, pero suficiente para hacerlo ley ya que el kirchnerismo difícilmente reúna a más de 33 con detractores de otros bloques incluidos. De los 38 con sello no oficialistas, sólo están descartados el siempre ausente Carlos Menem, la santafesina Roxana Latorre, del peronismo disiente; y el correntino Carlos Roldán.
Los dos últimos ya hicieron público su rechazo, que fundamentaron en la supuesta imposibilidad de cumplir con el aumento dispuesto. El proyecto no sólo dispone elevar las jubilaciones mínimas al 82% (de $1.046 a $1.427), sino que les da movilidad en base al índice de seguridad social o el del Indec (se tomará el que resulte más alto) y requiere el cumplimiento de los fallos Sánchez y Badaro 1 y 2. Son los que obligan a actualizar jubilaciones según variaciones de los 90 el primero, y las ocurridas entre 2003 y 2008 los restantes.
El voto 36 lo garantizó el chubutense Marcelo Guinle, aún parte del bloque oficialista pero aliado ahora al gobernador disidente Mario Das Neves, que lo tiene en carpeta como aspirante a sucederlo en las elecciones de marzo. ¿Se decidirá por él Kirchner, atendiendo esta situación?
La duda de siempre es si Bongiorno volverá a ser funcional al oficialismo, lo que sus voceros aseguraron a LPO que no ocurrirá: “Dará quórum y aprobará el dictamen tal cual salió de diputados”, confirmaron.
Como sólo se requiere mayoría simple, alcanzaba con que alguno de los aliados K diera quórum. Y a eso se prestaría Horacio Lores, el neuquino y aliado del oficialismo, rehén de los acuerdos con la Casa Rosada de su gobernador Jorge Sapag. Desde su despacho, sus colaboradores confirmaron a LPO que se sentará en su banca, aun si esa decisión permite la sanción del proyecto.
“No tiene decidido que votará, pero va a dar quórum”, afirmaron, cerca de Lores. Si esa decisión puede ser decisiva, no faltarán presiones del kirchnerismo para que la modifique. Si la votación termina empatada, se descuenta que el vicepresidente Julio Cobos optará por la sanción, tanto es así que difícilmente el kirchnerismo le permita ese lucimiento, y mande a alguno de los suyos a adelantar la derrota. Pero el emptate, en realidad, es poco esperable porque la ausencia de Menem restaría una banca.
El único respiro que podrían tener los K es que haya objeciones sobre los artículos que se refieren a la fuente del financiamiento de las jubilaciones, que tanto Guinle como el pampeano Carlos Verna objetaron en el despacho de comisión. En ese caso, el proyecto volverá a diputados, donde la oposición no tendría mayores inconvenientes en sancionarlo.
Como cada vez que el kirchnerismo tuvo perdida una votación en el Senado, no faltarán los propios y aliados que aprovechen la ocasión para improvisar un gesto de rebeldía.
Los primeros en esa lista suelen ser los fueguinos José Martínez y María Rosa Díaz, siempre funcionales al oficialismo. Otro atado con alambre es el misionero Luis Viana, sin juego político en su provincia, gobernada por el radical K Maurice Closs. La reunión de labor parlamentaria está prevista recién para las 11 de mañana.
Fuente:lapoliticaonline.com