Con un estilo polémico durante su paso por la función pública, confrontó contra casi todos: el intendente Jorge Martín, el ex vicegobernador Hugo Cóccaro, el ex intendente Jorge Garramuño, el diario Clarín, entre otros.
En Obras Públicas, llegó a decir que que montaría en su camioneta un estudio móvil en la cual llevará «carpetas y documentación para monitorear el avance de las obras».
Tras el crimen de la prostituta Mabel Almada, se hizo presente en plena madrugada en el local nocturno «Tropicana» de la ciudad de Ushuaia y mantuvo un contacto con las alternadoras del lugar a quienes les transmitió la colaboración del Gobierno ante los hechos violentos que se vivieron.
También será recordado como el funcionario que sacó un pañuelo para despedir al avión Lear Jet 35 cuando fue devuelto a la empresa Bombardier.
En los últimos años se dedicó a la actividad privada y participaba en actividades religiosas.
En marzo de 2008 el Tribunal en Juicio de Río Grande resolvió absolverlo en el marco de la causa por presunto peculado durante su gestión al frente de la secretaría de Gobierno municipal durante la intendencia de Jorge Colazo en Río Grande.
Los jueces del Tribunal entendieron que no se pudo determinar la existencia de delito por la contración de servicios de una abogada para asesoró al municipio cuando en realidad la misma prestó servicios particulares ante la Justicia provincial para el entonces intendente.
