EL NIVEL DE ACTIVIDAD ECONÓMICA EN EL II TRIMESTRE DE 2010

Sab 18 15:11 hs.- ” El sesgo expansivo de la política fiscal y monetaria dejan en claro las intenciones del Gobierno de potenciar al máximo el proceso de crecimiento, ignorando sus falencias y haciéndola insostenible en el largo y mediano plazo.”

Las Políticas de Incentivo a la Demanda y el Crecimiento Económico
La economía argentina ha retomado su senda crecimiento en lo que va del 2010. Este crecimiento está sustentado por el sector externo y por las políticas (fiscales y monetarias expansivas) domésticas de incentivo a la demanda. La contracara de este rebote del nivel de actividad es la inflación y la falta de inversión; ambos fenómenos actúan como “freno de mano” del actual proceso de crecimiento. La falta de inversión impide que la oferta agregada se expanda al mismo ritmo que la demanda, con lo cual -ante el exceso de
demanda- el mercado ajusta por precios en lugar que por cantidades. Luego, sin la capacidad de expandir genuinamente la frontera de posibilidades de producción, el crecimiento queda sustentado en el aumento de las exportaciones y, sobre todo, en la expansión del consumo; lo que termina por alimentar el ciclo anterior y el proceso deja de ser sustentable en el tiempo.

La inflación, por su parte, además de desgastar el poder adquisitivo de los salarios, genera incertidumbre e inestabilidad, que también arremeten
contra el ahorro, la inversión y el proceso de crecimiento.
Ahora bien, en este contexto, como anticipamos en el párrafo anterior, el Gobierno Nacional decide ignorar este “freno de mano” y, en cambio elige potenciar el proceso de crecimiento:
A lo largo del I Semestre de 2010, la política fiscal ha mantenido el sesgo expansivo observado durante los últimos años. En efecto, el gasto primario del SPN ha presentado una tasa de variación promedio del 31% para el acumulado Enero-Julio, no sólo superior al ritmo de crecimiento del PIB, sino también a la tasa de variación del gasto durante el mismo período de 2009, en el cual la economía se encontraba en una clara fase recesiva.

Para lo que resta del año, no se prevé una desaceleración en las erogaciones del SPN, sino que probablemente a medida que nos acerquemos a las elecciones el gasto público (básicamente las partidas de carácter social y obras públicas) se incrementen fuertemente, de acuerdo a la teoría del ciclo político de la economía, que este Gobierno ha respetado.
La política monetaria, por su parte, venía convalidando a la política fiscal, en tanto que se abocaba principalmente a comprar los dólares excedentes, priorizando el mantenimiento del tipo de cambio (nominal) devaluado: De este modo, la base monetaria crecía casi como el PBI nominal y el excedente de pesos emitidos para comprar los dólares se esterilizaba con LEBACs.
A su vez, el BCRA modificó las metas del Programa Monetario 2010 (PM), ampliando los límites de la expansión monetaria permitida, lo que hace aún más expansiva a la politica monetaria.
Puntualmente, de acuerdo con el nuevo PM, la tasa de crecimiento interanual
de la oferta monetaria (M2) se deberá ubicar entre 28.8% y 21.8% en septiembre y entre 29.4% y 22.4% en diciembre próximos. Mientras que en la versión original esas bandas de expansión monetaria eran 20%-13% y 18.9%-11.9% respectivamente. De este modo, si la tasa de crecimiento del PBI nominal alcanzaría un 30% aproximadamente en 2010, este
crecimiento (nominal) quedaría determinado por un 7% de incremento del nivel de actividad (real), y un 23% de inflación1. Y dado el contexto inflacionario que atraviesa la economía hoy en día, se debería llevar a cabo una política monetaria un tanto más prudente para moderar el incremento del índice de precios. El PM original proponía una política más prudente, al expandir la oferta monetaria a un ritmo del 19% anual, que
implicaba 4 ó 5 puntos porcentuales menos que el incremento de los precios (23%). Sin embargo, en el PM modificado, la oferta monetaria crece al mismo ritmo que el PBI nominal; y por consiguiente, estaría convalidando los actuales niveles de inflación.

En síntesis, el sesgo expansivo de la política fiscal y monetaria dejan en claro las intenciones del Gobierno de potenciar al máximo el proceso de crecimiento, ignorando sus falencias (falta de inversión e inflación creciente) y haciéndola insostenible en el largo y mediano plazo.
El Nivel de Actividad Económica en el Segundo Trimestre de 2010
Durante el segundo trimestre del año, la economía argentina exhibió un fuerte
crecimiento del 11,8% respecto a igual período de 2009, según la estimación del INDEC.
Cabe mencionar que parte este crecimiento se explica por la falta de veracidad con que el INDEC mide la inflación local. El crecimiento económico nominal puede descomponerse en crecimiento real del producto (más nivel de actividad o más bienes y servicios fabricados) e inflación. Para aislar el efecto del aumento de los precios y calcular la verdadera expansión “real” de la economía, el INDEC utiliza un índice (IPI) que no refleja la verdadera inflación,
por lo tanto como esta última es menor a la real, el crecimiento del PBI termina siendo mayor.
1 Inflación medida por incremento de precios implícitos en el PBI.

Evolución del PBI
(Variación Porcentual Interanual)
Crecimiento 2008 = 8,7%
Crecimiento 2009 = 0,9%
Fuente: E&R en base a INDEC
Analizando la evolución del Oferta Global se observa que el Consumo Privado se expandió un 8,1% en relación al segundo trimestre de 2009, manifestando una fuerte mejora en el principal motor de nuestra economía, que actualmente representa un 62% de producto. En tanto que el Consumo del Sector Público, mostró un incremento anual del 12,9%, superior al ritmo de expansión de igual trimestre de 2009 (6,3%). En efecto, el gasto público parece ser la única
variable que no muestra caídas entre el 2008 y la actualidad, dada la intención del gobierno de mantener sus políticas fiscales expansivas tanto en los períodos de auge como en los de recesión.
Por su parte, la Inversión Bruta Interna Fija presenta un significativa expansión del 19% durante el segundo trimestre de 2010, luego de mostrar caídas durante todos los trimestres del 2009. De este modo, la IBIF representa aproximadamente el 22% del PBI.
Dentro de la Inversión en Equipo Durable de Producción (+35,5% a/a), sobresale el aumento del componente importado, cuya tasa de decrecimiento en el segundo trimestre del año (+46,6% a/a) superó el registro del componente de origen nacional, cuyo incremento alcanzó un 20% anual. De este modo, la inversión en equipo durable presentó una expansión interanual del 35.5% en términos agregados.
En tanto que la inversión en construcción -que absorbe el 55% de la IBIF total- presentó un aumento del 8,1%, mostrando claros signos de recuperación, si se considera que la inversión en construcción es uno de los componentes más elásticos al nivel de actividad y que el mismo presenta variaciones porcen nteranuales positivas luego de por cinco trimestres consecutivos.
La buena performance que había mostrado la inversión en los últimos años llevó a que su participación en el PBI se haya recuperado hasta superar los niveles previos a la crisis iniciada en el segundo semestre de 1998. Con la crisis internacional de 2008, la incertidumbre generada en el contexto local, la aceleración de la inflación y la elevada presión tributaria, la inversión se desmoronaba durante el último cuarto de 2008 y todo el 2009. No obstante, a pesar de que gran parte del gasto en inversión no se produce localmente -sino que se importa- el gasto en IBIF se parece recuperarse a lo largo de los
primeros meses del año.

En síntesis, la paulatina recuperación del nivel de actividad viene de la mano del consumo, en un contexto de recuperación de la inversión. No obstante, según los propios datos del INDEC, la expansión del PBI necesita -en este caso- capital e insumos importados para poder expandir la frontera de posibilidades de producción.
Por sector
Analizando los componentes del PBI por el lado de la oferta durante el primer trimestre de 2010, se observa una marcada diferencia en la dinámica de los sectores productores de bienes respecto de los productores de servicios. A priori, los sectores productores de bienes registraron una mejora de su producción cercana al 18% anual, forjada por el desempeño del sector agrícola-ganadero (65%) y de la industria manufacturera (10%) y – en menor medida- del suministro de luz, gas y agua (3,4%) y de la construcción (4,1%).
Paralelamente, los sectores productores de servicios fueron menos dinámicos durante el mismo período, al exhibir una expansión del 8,2%, impulsada por el crecimiento de las actividades de transporte, almacenamiento y comunicaciones (11%), del comercio (12%), de la intermediación financiera (9,6%), de la actividad de hoteles y restaurantes (7,8%) y del sector público (7,3%).

Fuente:Economía y Regiones, especial para La Licuadora.
Director:economista Rogelio Frigerio.

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