El encuentro se extenderá hasta el día sábado 7 y se desarrollará en el Centro Cultural Yaganes de esa ciudad.
El Director de Diversidad Cultural, José Rajal, indicó que este año la capacitación “se ha centralizado específicamente en el tema educativo, no sólo como un hecho eventual que pase desapercibido”, señalando que “se brindará una capacitación integral sobre el negocio de la música; esto es lo relacionado a las cuestiones administrativas como el registro de obras en SADAIC; los contratos laborales; sindicatos; merchandising; el rol del manager y la producción de giras, entre otros aspectos”, detalló.
“El día sábado se presentará el saxofonista Bernardo Baraj, un músico nacional e internacionalmente reconocido, que estará acompañado por ocho músicos en concierto, y a partir de las 14:00 van a dictarse diversas clínicas”, adelantó el funcionario.
Asimismo, Rajal adelantó que se contará con la presencia de “un trombonista de la Filarmónica del Teatro Colón que dictará una clínica; además de un trompetista de igual jerarquía como Bernardo Baraj, que dará clínicas de saxo y flauta traversa”.
“Serán dos días intensos en educación artística en todos los aspectos, en lo legal, administrativo, producción e instrumentos”, prometió, a la vez que remarcó que “los aficionados a la música pueden venir tranquilamente ya que la entrada será libre y gratuita a todas las clínicas y conciertos”.
El saxofonista Bernardo Baraj fundó Alma y Vida, una banda que nació como acompañamiento para Leonardo Favio y en 1970 se lanzó como autónoma. Registraron cinco álbumes, entre 1971 y 1976. Paralelamente, participó esporádicamente en Color Humano, la banda de Edelmiro Molinari. También tocó junto a Litto Nebbia y Adriana Varela. Con el guitarrista Juan Barrueco grabaron un álbum en 1980, con un renovado sonido para el tango.
Junto a Lito Vitale y a Lucho González grabó «El Trío» (1985) y «Vitale-Baraj-González» (1986). La primera de estas placas alcanzó a vender cerca de 35.000 copias, todo un record para una producción independiente.
En 1991 armó su Quinteto, junto a Mariana Baraj (voz y percusión), Marcelo Baraj (batería), Gustavo Liamgot (teclados) y Miguel Cichietti (bajo). Con esta alineación registró el disco «Bernardo Baraj Quinteto» (1991).
Baraj grabó al frente de su quinteto su segundo trabajo como solista, «Almita» (1995), que remite a historias personales en un marco musical heterogéneo que fusiona el jazz, el tango, el bolero y el folklore. Hacia fin de año retomó el dúo con Barrueco, dedicado a los ritmos ciudadanos de raíz nacional: tango, milonga, candombe, vals criollo y porteño.
