Al respecto, la secretaria de Asuntos Sociales, profesora Silvia Rosso, explicó que “se trata de dispositivos tecnológicos que el Municipio adquirió con un gran esfuerzo realmente porque no sólo lo demanda una ordenanza a la cual estamos dando efectivo cumplimiento, sino también a la necesidad que tenemos desde la comunidad, ya que hay muchas personas hipoacúsicas que necesitan de este medio para escuchar fidedignamente una obra o espectáculo musical cuando asiste a la Casa de la Cultura”.
“Es una apuesta a la inclusión”
La profesora Silvia Rosso consideró que esta tecnificación es una apuesta a la inclusión social. “Estamos muy contentos porque esto también habla de igualdad de oportunidades, de equidad y de la posibilidad para todos de poder disfrutar de un espacio cultural”.
Por su parte, el secretario de la Producción, profesor Gustavo Melella dijo por su parte que “estos son pequeños pasos que conducen desde lo cotidiano hacia la integración que uno quiere de todos los vecinos, que nadie quede afuera de las propuestas que hace el Municipio”.
Destacó que “es una decisión del intendente Jorge Martín de ir creando estos lazos de accesibilidad de todos, partiendo desde la base de la infraestructura, pero también desde poder disfrutar de un espectáculo cultural. Esto nos llena de mucha emoción, mucha alegría y por eso queremos dar las gracias a la gente de la Casa de la Cultura en nombre de la gestión del intendente Martín”, elogió.
En tanto el director de Cultura, profesor Walter Freyre, precisó que el aro magnético es un amplificador adaptado especialmente para entregar su señal de salida (amplificada) a un cable que se instala rodeando el perímetro de los edificios municipales –tanto de la Casa de la Cultura como del Centro Alem-, que como resultado producirá en la superficie de la sala Ángela Loig y del Microcine, respectivamente, un campo magnético que copiará exactamente la señal audible. El uso de este tipo de amplificador permite una transmisión directa del sonido al audífono, sin los efectos adversos de la distancia, la reverberación o el ruido de fondo. “Todo este sistema va colocado a un equipo donde la señal que se está transmitiendo en ese momento es elevada a los niveles en que los audífonos de las personas hipoacúsicas lo puedan captar con fidelidad y ser, por lo tanto, percibida con nitidez por estas personas que tienen esta dificultad”, detalló Freyre.
Este campo magnético es recogido por la bobina telefónica del audífono, cuando éste es colocado en la posición “T”.
Destacó que esta señal puede ser regulada por el mismo usuario a través de su audífono.
El Director de Cultura resaltó que esta tecnificación contó con el asesoramiento y el beneplácito de la Asociación Argentina de Hipoacúsicos “y este material ha sido adquirido a través de ellos”, compartió finalmente el profesor Walter Feyre.
En ambos lugares donde se colocan estos dispositivos se dispone un logotipo universal que es reconocido por las personas con esta discapacidad auditiva.
