Cristina Kirchner anunció ante una veintena de gobernadores un plan para aliviar sus deudas con la Nación, pero detrás del período de gracia de un año y medio y la reestructuración con vencimientos a 2030 y tasas de interés del 6% anual, el más beneficiado fue el gobierno central.
“El costo de la medida a la Nación le significan unos $5.000 millones para 2010 y otro tanto para 2011”, asegura Verónica Sosa de Economía & Regiones. Pero el Gobierno se ahorra unos $6.000 millones del Programa de Asistencia Financiera (PAF) por dos años y evita girarles los $9.800 millones de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que reclaman los gobernadores.
En el Salón Mujeres Argentinas de la Casa Rosada y junto a todo su Gabinete, la mandataria explicó el “perdón” que le daría a las provincias. Dijo que tendrán un período de gracia de amortización de capital e intereses hasta 2011, después se habrá una reprogramación a 20 años con y dejará de estar indexada por el CER y en cambio devengará una tasa fija del 6% anual.
La deuda de las provincias hoy asciende a $65.000 millones e incluye los títulos públicos del canje el Bogar 2018 y los Boden que algunas provincias tienen por el rescate de las cuasimonedas.
“Con esta medida la Nación dejaría de percibir unos $5.000 –explica Sosa- Pero al mismo tiempo, el Gobierno que venía sacando dinero de su presupuesto para refinanciar a las provincias con el PAF, dejará de hacerlo. Un fondo que en el Presupuesto 2010 está estimado en 11.000 millones”.
Y razona que si con esta nueva medida no entra en juego el PAF de 2010, a la Nación hasta le conviene, porque eriva menos de la mitad. “No es perjudicial para las provincias, pero no es un costo para la Nación”, indica.
El plan de los Kirchner incluye usar los ATN para reducir la deuda provincial. El Gobierno intenta, así, contener los reclamos de mayor coparticipación del impuesto al cheque y frenar el proyecto de ley para distribuir esos fondos que ya tiene dictamen favorable en el Senado y se iba a votar en una semana.
Los ATN se constituyen del 1% de la masa de recursos que la Nación debe redistribuir en las provincias. La ley autoriza al Gobierno a preservar ese dinero para casos de necesidad o urgencia, lo que en la práctica se convirtió en otra de las cajas que distribuye de modo discrecional. En este plan, este dinero se usará para iniciar los refinanciamientos, que llegarán al 89% de las deudas provincias.
Pero este plan de contención tiene además, un beneficio extra para la Nación. “Para el Gobierno es mejor descontar de las deudas provinciales lo que la Nación les debe que desembolsar los $9.800 millones que les corresponden”, explica la economista de Economía & Regiones.
Sin embargo, evalúa que “es importante que les reconozca que les debe los ATN a las provincias” y enfatiza que esta medida alabada por los gobernadores kirchneristas “no es la solución a las finanzas públicas provinciales, pero sí es un gran alivio”.
El engrosamiento de las deudas provinciales
Las deudas de las provincias que hoy alcanzan los $65.000 millones se fueron engrosando en los últimos años por una decisión que se tomó en 2003 durante el gobierno de Néstor Kirchner.
En esa época, luego de salir de la convertibilidad, mientras la Nación negociaba hacia afuera una quita del 60% de sus deudas con acreedores externos, hacia adentro las deudas provinciales se pesificaron a $1,4 por dólar, más CER, un coeficiente atado a la inflación. “En el primer año el CER ya estaba un 40% más, con lo cual las provincias habían duplicado su stock de deuda en pesos en relación al que tenían en 2001”, calcula Sosa.
Fuente:LPO
