La política y la economía parecen ir, al menos por ahora, sobre vías distintas. Si bien hay una crisis a nivel político, el valor de las acciones subieron al igual que los bonos en las últimas jornadas ¿Hasta dónde puede influir la política en la economía?
Más que las acciones, lo que hay que fijarse en Argentina es el valor de los bonos, el mercado de valores de nuestro país es muy limitado y poco representativo. Es cierto que los bonos dejaron de caer: en el día de ayer se argumentaba que era por una toma de ganancia, es decir cuando se supone que los bonos están en un precio bajo, hay una tendencia a comprar que sube. El precio subió con el planteo del fondo del bicentenario, había una garantía que antes no existía. Eso se sostuvo hasta que ocurrió la crisis del Central y la gente empezó a desprenderse de ellos. Esto es coyuntural.
¿Y qué opina de la influencia o no de la política en la economía?
Esta es una crisis efectivamente política, autogenerada, con similitudes con la crisis del campo en 2008. En un contexto positivo en términos de variables exógenas y de la implicancia de la economía internacional, nuevamente podríamos estar en vísperas de perder una nueva oportunidad de recuperar el terreno perdido durante la recesión de 2009. Todos los analistas coincidíamos en que ese terreno perdido se recuperaría en 2010. Ahora, si esta crisis se prolongara y derivara en un nivel de incertidumbre tal que provocara una salida de capitales y además se complicara el canje de deuda, estos pronósticos alentadores en términos de lo que puede suceder en 2010 seguramente tendrían que revisarse.
¿De qué depende que eso no suceda?
Dependerá de cuán rapido se puede encontrar una solución a este problema –proveniente de algunas torpezas en términos de gestión del gobierno- que a mi juicio, tiene que provenir de la política. La solución no es judiciadizarlas; entiendo que puede venir del Congreso. Además hay que ser muy cautos para lograr que el embargo se levante: es un tema muy grave, sobre todo si se trasladara a otros países, como el banco de Basilea, donde el Banco Central tiene el grueso de las reservas.
¿Era necesario el Fondo del Bicentenario?
El viejo Congreso votó prácticamente a libro cerrado el presupuesto. En ese presupuesto no estaba planteado ningún problema en términos de la posibilidad de honrar nuestros compromisos de deuda. Evidentemente este presupuesto se había hecho mal, con pautas ficticias, la principal es en cuanto a la proyección de gasto: se planteó en torno a un 12%, que desde luego era imposible, en principio porque estaba por debajo de los valores de la inflación real que para este año rondará el 18 o el 20%. Discutir las pautas macroeconómicas de ese presupuesto me parecería saludable en este contexto, porque el grueso de los analistas privados planteábamos que iba a hacer falta usar las reservas para honrar parte de la deuda en dólares que tenía la Argentina.
Se habla de la suspensión de la renegociación de la deuda que tienen los holdouts ¿Cuáles serían los efectos de esa suspensión?
Es un problema, porque cuanto más alejados estemos de la posibilidad de reesctructurar vencimientos de la deuda en el mercado de capitales voluntario, más necesidad de utilizar reservas tendríamos. La posibilidad de acceder al mercado voluntario de deuda de alguna manera limita la necesidad de usar reservas para cubrir el faltante y poder honrar nuestros compromisos. Sin embargo, insisto en que la Argentina está lejos de defaultear nuevamente. Además hacerlo sería una picardía, con una economía nuevamente creciendo, con un nivel de reservas tan importante como el actual. Estar alejado del mercado voluntario de deuda no solo repercute a nivel nacional, sino que también afecta a las provincias y al sector privado, que tampoco tendrá la posibilidad de tomar crédito en el exterior.
¿Cómo estima que seguirá la situación?
Levantar el embargo es fundamental. Tener esa espada de Damocles en la cabeza de que se pueden embargar no solo estas cuentas en Estados Unidos sino todas las reservas del Banco Central evidentenmente complica y genera un clima de incertidumbre y de expectativas negativas muy fuerte. Resolver ese punto es muy importante, aunque esto no resuelve el problema suscitado en torno al Banco Central y la utilización de las reservas. Eso debería resolverlo, a mi juicio, la política. y sobre todo, se debería resolver en el marco del Congreso, reabriendo la discusión por el presupuesto.
¿Usted piensa que fue el Fondo del Bicentenario el que abrió la puerta a los embargos de reservas?
El Fondo del Bicentenario fue precisamente lo que desencadenó el embargo, y lo que puede –si no se resuelve favorablemente- hacer que se extienda a otras cuentas, porque le dio a los jueces los argumentos para hacerlo. Si el Tesoro Nacional puede usar las cuentas del Banco Central para pagarle a algunos bonistas, pues bien que le pague a todos los bonistas que quedaron afuera del canje. Esto es un poco la lógica del embargo, y precisamente uno de los peligros del Fondo del Bicentenarioes que le dejó la pelota picando al juez Griesa para embargar las cuentas. La torpeza en la forma en que se instrumentó fue la excusa que necesitaron para hacerlo.
¿En este marco, provincias como Buenos Aires o la Capital Federal que se preparan para salir ya al mercado voluntario, podrán emitir bonos?
Eso dependerá de cómo responda el mercado a esta situación, y cuánto dure y cómo se resuelva. Hoy por hoy, las provincias que necesitaban emitir deuda por sus problemas fiscales están pendientes de cómo se desenvolverá el conflicto.
¿Cómo afecta el embargo a las provincias?
En la medida en que no se resuelva, esta necesidad de ciertas provincias de conseguir fondos en el exterior para cubrir baches fiscales se complicará totalmente.
¿Hay posibilidad de conseguir financiamiento más allá del exterior?
Algunas provincias ya emitieron deuda o se financiaron con bancos locales. Pero eso es muy limitado, los bancos tienen restricciones del Banco Central.
Entonces, a nivel nacional sería imposible el financiamiento de los bancos.
Eso dependerá de la política de gasto ¿El Fondo del Bicentenario se hizo para honrar la deuda o para conseguir financiamiento para seguir con un gasto que crece alrededor del 40% mensual? Esa es la gran pregunta.
Fuente:LPO
