El argumento es que si no les mandan plata, cerrarán el año en rojo y no podrán hacer frente al pago de salarios. En Tierra del Fuego, Río Negro, Mendoza, Chaco, Santa Cruz y Buenos Aires el tiempo se agota. El gobernador de Río Negro, el radical K Miguel Saiz, es uno de los que enfrenta mayores problemas.
Asfixiado por un déficit que para fin de año rondaría los 200 millones de pesos, desdobló el pago de aguinaldos, y algunos municipios todavía lo adeudan: San Carlos de Bariloche, El Bolsón y San Antonio Oeste no pudieron liquidarlo. La gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, está acorralada por un profundo déficit que en diciembre superaría los 600 millones de pesos. Los dos municipios más importantes –Ushuaia y Río Grande– denunciaron al gobierno provincial por retener fondos que debería entregarles.
También Mendoza, Chaco y Santa Cruz, la provincia del matrimonio presidencial, se encuentran en situaciones similares. Sin embargo, la situación más preocupante es la de la provincia de Buenos Aires, que reconoció un déficit provincial que superaría los 5.500 millones de pesos, y cerca de Daniel Scioli pronostican que se viene una “racionalización” de gastos.
En tanto, el Gobierno Nacional asegura que las transferencias a las provincias son récord. Pero esta vez, el hilo podría cortarse por lo más delgado, y la presión a través de la caja ya no daría resultados. Si no se pagan los salarios, serios conflictos estallarán en los mismos lugares donde comenzó la rebelión de 2001.
Fuente:lacalleonline.com
