Hartos de Kirchner, los empresarios ya apuestan a De Narváez

Un consultor de los más importantes se acercó a Francisco de Narváez y Felipe Solá, con un mensaje de las principales empresas: “Sigan juntos, es importante que le pongan un límite a Kirchner”. El eje Clarín-Techint y la riesgosa decisión del kirchnerismo de alinear campo, industriales y medios en el campo opositor.

Dos semanas en la Argentina de vértigo de estos días equivalen a décadas en cualquier país más estable. Hace apenas 15 días uno de los hombres de máxima confianza de Francisco de Narváez confesó a La Política Online, que si bien las grandes empresas veían con alguna simpatía su postulación la actitud no pasaba de un “animemosnos y vayan”.

“Nos palmean la espalda, nos dicen fuerza, pero ni locos nos apoyan públicamente o con recursos para la campaña”, agregó la fuente, un tanto resignada a la eterna “prudencia” de los hombres de negocios, a la hora de enfrentar el poder.

Sin embargo, esta situación está cambiando de manera acelerada. El punto de quiebre entre el kirchnerismo y los empresarios fue la triple estatización chavista de las firmas de Techint, pero la relación venía deteriorándose a un ritmo muy acelerado por la decisión de Néstor Kirchner de aprovechar las tenencias accionarias de la ANSES para designar directores propios en las principales firmas del país.

Situación que se agravó hoy al conocerse la intención del kirchnerismo de meter en las empresas, delegados de la SIGEN, o sea, auditar directamente sus números, una manera de eludir la “burocratización” de los directores del Estado, a los que las empresas privadas niegan acceso a la información sensible del negocio.

Así los empresarios pasaron de seis años de silencio, a publicar solicitadas y comunicados con reclamos al gobierno; y en los últimos días a la militancia activa contra el kirchnerismo. Una primer señal de este cambio la ofreció el hombre político de Techint, Luis Betnaza, que ayer sorprendió encabezando un encuentro en el Congreso organizado por diputados macristas, para rechazar las estatizaciones de Hugo Chávez.

Muy lejos parecieron quedar aquellas épocas en las que Betnaza y su jefe Paolo Rocca se sacaban fotos con el matrimonio Kirchner y charlaban en privado con quien entonces ocupaba la Jefatura de Gabinete, Alberto Fernández.

«Lo que se esta viendo se explica por una razón, Techint está jugano su poder», afirmó a La Política Online un conusltor importante del mercado, que agregó: «¿No resultaron llamativas las declaraciones de un aliado del gobierno como Hugo Moyano, condenando las estatizaciones de Chávez?».

Claro que como se trata de gente que entiende de política, la estrategia es bastante más sutil. «La línea de los industriales es detechinizar el conflicto con el gobierno, y trata al estilo del campo, que toda la soceidad entienda que no es un problema con una empresa, sino que nos afecta a todos», afirmó a La Política Online un asesor del poderoso grupo.

En esa línea se promoverán más pronunciamientos de cámaras empresarias, y reuniones con asociaciones económicas de países limítrofes (Chile, Uruguay), reclamando por el respero al derecho de propiedad. «Lo de Julio de Vido bloquenado el reparto de dividendos en Edesur agravó las sospechas de una posible radicalziación del gobierno después de las elecciones», agregó la fuente mencionada.

Todo al colorado

En este marco, uno de los consultores más importantes del mercado se reunió días atrás con Francisco de Narváez y Felipe Solá con un mensaje clarísimo de los hombres de negocios más importantes de la Argentina: “No se dividan, sigan juntos, tienen que ponerle un límite a Kirchner”, fue la sugerencia, que vino acompañada de ciertas observaciones sobre una campaña que venía mal encaminada y que como anticipó este medio, se comenzó a reorientar en las últimas horas.

En el mercado ya se habla del eje Techint-Clarín –no casualmente las principales espadas de la asociación empresaria AEA, que concentra a las firmas más grandes del país-. La Política Online informó la semana pasada sobre la sugestiva publicación en el diario de una foto de su CEO, Héctor Magnetto, junto a Carlos Reutemann durante la inauguración de una planta impresora en Santa Fe.

Por lo que se ve, en el mundo empresario empieza a decantarse la idea que el camino de superación del kirchnerismo, provendrá del propio peronismo disidente y sus aliados como Mauricio Macri. Al menos, por ahora los gestos más fuertes van en esa dirección.

No parece casual que Clarín haya sido elegido como organizador del próximo coloquio de Idea, en el que Techint tendrá y tiene un protagonismo notable, y que ya se anticipa como una tribuna en la que no abundarán los elogios hacia el oficialismo. Si bien este encuentro esta previsto para fines de octubre, ya se agendaron reuniones de empresarios con los candidatos. La agenda lo dice todo: mañana recibirán en el Sheraton a Francisco de Narváez y Gabriela Michetti, y el 11 de junio a Margarita Stolbizer y Alfonso Prat Gay. En el turno reservado para el Frente para la Victoria, la convocatoria apunta un sobrio “candidato a confirmar”.

El grupo Clarín vivió en los últimos días momentos de gran tensión, cuando detectó que Julio de Vido, estaba intentando nuevamente encontrar el atajo para nombrar un director del Estado en su directorio. No debería extrañar que en los próximos días este ministro vuelva a sentir el fuego de los medios.

Se va consolidando así, acaso por decantación, una creciente masa crítica de empresarios claves que encuentran en De Narváez la vía más sencilla para ponerle un límite a Kirchner a través, si es posible, de infringirle una derrota en la elección bonaerense.

El gobierno está muy informado de esta situación y estaría trabajando sobre una presentación por los gastos de campaña del empresario, que al parecer superaron alguno límites legales, para armarle una presentación en su contra. Se trata de una delicada cuestión en la que tal vez ingenuamente, la Coalición Cívica de Lilita Carrió y Margarita Stolbizer, son funcionales al kirchnerismo al golpear a De Narváez por este costado.

Como sea, Néstor Kirchner parece encaminado a tropezar por segunda vez con la misma piedra. Un importante funcionario del gobierno reconoció días atrás a La Política Online: “La pelea con el campo fue un error y perdimos mucho, pero el verdadero desastre lo hicimos al sumar a ese conflicto a Clarín, se potenció todo y nos tuvimos que bancar meses de tapas de diarios y transmisiones de televisión en contra, con la famosa lucha del campo”.

Ahora, como si no le alcanzara ese conflicto que sigue abierto, Kirchner logró la maravilla de sumar al bando contrario a Techint, la UIA, AEA, el G-7 y las pocas privatizadas que quedan sin kirchnerizar. O sea, todo el poder económico, menos las empresas de su amigos. Esto en el mismo momento en que va a una elección, y mientras vuelve a chucear a Clarín con la nueva ley de radiodifusión ¿No será mucho?

Por Ignacio Fidanza

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