Empresarios del sector relacionado con la producción de notebooks, celulares, cámaras, monitores y demás elevaron su voz de alerta ante la iniciativa del Gobierno de subir el IVA del 10,5% actual al 21% a todos aquellos productos del rubro que sean fabricados fuera de Tierra del Fuego.
El gerente de Camoca (Cámara Argentina de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines), Carlos Simone, se mostró preocupado y pronosticó que además de afectar directamente al consumo, esta decisión tendrá una fuerte implicancia en la pérdida de fuentes de trabajo en el sector continental.
N&P:- Con el impuestazo a los productos electrónicos, ¿se estaría complicando el interés del consumidor?
C.S.:- Sí, así es, lamentablemente. Esto va a incidir en más de un 30% sobre los productos como computadoras portátiles y monitores. En consecuencia, la computadora de escritorio también va a tener una incidencia de un 14, % de aumento. Yo diría que esto es realmente cierto, pero también hay otra implicancia que es mucho más complicada, que es que estos productos se vayan a ensamblar o a “fabricar” en Tierra del Fuego, y en consecuencia la gente que está empleada en la fabricación continental, en la distribución y en el mantenimiento de sus equipos pierda su trabajo.
N&P:- ¿Cuál es la situación de los trabajadores denominados continentales?
C.S.:- Pasa que las empresas que hay en Tierra del Fuego son tres o cuatro contra 3.000 que hay en el continente. En Mar del Plata, por ejemplo, hay arriba de 100 Pymes que ensamblan computadoras. De los usuarios de esa ciudad, más o menos el 70% -como en el resto del país- usa equipos nacionales. En consecuencia no sólo es un impacto de precios, sino que es querer trasladar una industria que está funcionando competitivamente en el continente, que está peleando mucho para poder mantener una tecnología al nivel mundial, una tecnología actualizada, que pierda esa posibilidad y perjudique aún más al consumidor.
N&P:- ¿Cámaras digitales no se fabrican y no se van a fabricar?
C.S.:- Sí, en realidad hay una cantidad bastante importante de equipos con los que pasa eso, pero en este caso de las cámaras digitales también está pensado para que se hagan en Tierra del Fuego, para que se armen o se ensamblen.
Tierra del Fuego
N&P:- Se habla mucho de Tierra del Fuego. El punto es que ahí hay lugares de ensamble, pero no hay fábricas ¿es correcto?
C.S.:- Exacto. Reconozco que la Ley 19.640, creada hace 40 años, tenía su sentido, porque era una ley geopolítica para defensa de la frontera. Tenía sus implicancias en aquel momento de discusiones o problemas con Chile, y creo que realmente se justificaba hacer una estrategia para que mucha gente se trasladara a vivir al sur. Pero en 40 años cambiaron algunas cosas. Cambió el país, cambió la geopolítica, cambió nuestra relación con Chile, cambiaron miles de cosas. En consecuencia hoy, Tierra del Fuego, con 130.000 habitantes y un cúmulo de turistas y de explotación pesquera y demás, tiene una gama muy amplia de productos. Hay que tratar de seguir haciendo la Manaos argentina en ese lugar. No olvidemos que Manaos tiene 3.000.000 de habitantes con industrias poderosas. Ellos lo empezaron también hace 30 años, pero con otros objetivos, con otra fuerza y con otro material humano también.
N&P:- Las franquicias que se extendieron a otras provincias durante los ’80, ¿sólo sirvieron para provocar la fuga de recursos fiscales?
C.S.:- Sí, realmente fue sí. Todas las experiencias que vivimos no resultaron positivas en ese sentido. Yo conozco bastante todo el país; conozco Ushuaia, San Luis… Tal vez San Luis se diferencia un poco de los demás parques tecnológicos porque empezó un poco primero y realmente algunas empresas se trasladaron de forma completa. Pero la diferencia fundamental de industria no se fundó en esos lugares.
N&P:- ¿Hay una diferencia entre una fábrica de automotores, donde si bien hay componentes extranjeros también hay muchos propios que se exportan, y una que produce elementos electrónicos?
C.S.:- Sí. No ocurre y es muy difícil sustituir importación de, por ejemplo, la mother o algún tipo de disco rígido. Mismo en Brasil, que ha puesto una planta de mothers muy importante. Ellos se proveen un 40% de esa planta de mothers, que es lo más grande que hay en Latinoamérica, y el 60% lo exportan. Ni siquiera pueden satisfacer la necesidad del consumidor brasilero por ejemplo. Porque lamentablemente para algunos países, China produce volúmenes y cantidades infernales. Bueno, la industria informática argentina hace lo mismo que hace la mexicana o que hacen las de otros muchos países del mundo.
N&P:- En Estados Unidos tampoco fabrican mothers, los importan, ¿no?
C.S.:- La marca más importante del mundo realiza el mismo proceso que las marcas naturales. Mismo proceso de producción tanto en las portátiles como en las de escritorio. Ninguna diferencia, esa es la industria, eso es lo que hay y así se compite. Pero eso también lleva mano de obra que no la lleva la importada terminada. Siempre hay un aporte y contribución de impuestos en la mano de obra que se utiliza para ese tipo de producción, y eso es lo que se va a ver más perjudicado en lo que es el empleo y mantenerlo. Nosotros hace ya prácticamente seis años que venimos discutiendo este tema. Aparece ahora, reaparece permanentemente. Pero de nosotros depende mucha gente, muchos operarios. Hay 18.000 familias que están relacionadas con este tema.