El Ministro elogió “la buena voluntad” demostrada por la entidad sindical al aceptar reencauzar las negociaciones a través de las paritarias y deponer las medidas de fuerza, valorando que mas allá de sus reclamos “hayan comprendido la necesidad de la real prestación de un servicio público, máxime tratándose del área de salud”.
Aramburu señaló que durante los 60 días que dure la tregua, se abordará el acta acuerdo rubricada el año pasado “que a juicio de la entidad sindical implicaba una obligación de incremento, mientras que a juicio del Ejecutivo suponía la posibilidad de conformar una comisión para analizar la disponibilidad de recursos para poder afrontar ese incremento”.
Asimismo, el funcionario expresó sus expectativas de arribar a un entendimiento similar con la Asociación de Trabajadores del Estado, asegurando que desde el Gobierno “apostamos a eso y esperamos lo mismo, porque el diálogo con el gremio no ha sido cortado en ningún momento y esto lo hemos dicho en más de una oportunidad”.
Para el Ministro “el error de esta situación es considerar que la relación entre empleador y empleado, en el caso de la administración pública, sólo se limita a la discusión salarial”, más aún teniendo en cuenta que “los empleados públicos no son precisamente, el sector más postergado de la comunidad”.
Recalcando que “la administración de un Gobierno debe estar destinada a la sociedad en general y no sólo a los trabajadores estatales”, Aramburu concedió que en ese contexto existen “muchos otros temas para tratar”, tales como la carrera sanitaria para el escalafón húmedo y la definición de misiones y funciones de cada área para el seco “cuestiones que van más allá de los pedidos de incrementos salariales” dijo.
En este sentido, reiteró que “lamentablemente existe una imposibilidad material de afrontar el reclamo de 500 pesos de incremento al salario básico”, pero que no obstante “desde el Ejecutivo se han realizado propuestas y estamos a la espera de las respuestas”.
