El escriba

El escriba era el copista, o amanuense de la Antigüedad; era una persona fundamental en la civilización egipcia. Técnicos en escritura, conocían todos los secretos del cálculo, eran los únicos capaces de calcular los impuestos, asegurar las labores de construcción y transcribir las ordenes del faraón; para los hebreos era el copista de las Sagradas Escrituras y, posteriormente, el doctor e intérprete de la ley.

La aclaración echa mas arriba responde a una acusación de un profesional de la ciudad de Rio Grande que cada vez que se topa con alguien que no es de su condición recurre a palabras rebuscadas que en la mayoría de las veces, como en esta, no tienen el significado que el quiere darles. En mi barrio a este tipo de personajes se los conoce como «chantas», hay calificativos mas procaces, vulgares, que el suele utilizar, pero como nuestro objetivo siempre ha sido nivelar hacia arriba, no nos vamos a tomar el trabajo de aclararles ni siquiera de quien se trata.
Alguna vez escribí una columna en este mismo espacio cuyo titulo era, «Cuando el enemigo no es corrupto», y es obvio que para este como para tantos otros, el no poder tratar con iguales, los lleva a creerse ellos mismos un escalón mas arriba en lo que intelectualidad se refiere. Error, eso se le puede vender a quien le teme al palabrerio fútil, soez e impertinente, rebuscado y vació de contenido al que nos tienen acostumbrados algunos mediáticos y que aun encuentran quien les ponga el oído, obviamente sin entender que es lo que están escuchando. Al que permanentemente descalifica, desmerece o envidia la tranquilidad de otros que pueden hablar de todo y con todos.
Cuando este señor se refiere al «escriba» se esta refiriendo a el mismo, ya que como bien lo dice la definición, es el interprete de la ley, que a veces sirve para devolver violadores, narcotraficantes, abusadores etc sin importar el daño que puedan causar a la sociedad por la que algunos iguales a el dicen defender. La interpretación que el le quiso dar de alcahuete o anda y ve dile de alguna autoridad legítimamente electa, cosa que a el nunca le va a pasar, solo cabe en la cabeza afiebrada, atormentada de una persona cuyo complejo de inferioridad y fracasos reiterados en, la política de la que quiso formar parte y se le han dado, no en una, sino en varias oportunidades, lo lleva incluso a proferir lo que el considera agravios, cuando en realidad son absolutamente lo contrario.
Asi que si alguna vez escuchan esta palabra en boca de quien dice ser lo que no es ya saben que se refiere a el mismo, según lo que el entiende por este termino. Es decir el alcahuete de los que no se animan a decir, lo que debieran por el costo político de las estupideces que si le hacen decir al escriba, el mandadero, bufón, lenguaraz, etc. Era solo eso, a modo de aclaración porque como siempre digo, que el se crea vivo, es una cosa, que me lo quiera hacer creer a mi, es otra muy distinta.

Armando Cabral

15/07/08

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