Río Grande (AAN) – Poco después de las 19:00 de ayer, el barrio Aeropuerto se vió inundado con el ulular de las sirenas que concurrían a la vivienda situada en Los Canelos 1122. Allí, en el departamento número 4, el Sargento de la Policía de la Provincia Virgilio Omar Sotelo, de 36 años de edad, sufría una herida de bala en la cabeza que lo dejaba en estado desesperante. Una hora después, fallecía en el área de Terapia Intensiva del Hospital Regional.
Según algunas versiones, que serán dilucidadas con el transcurso de la investigación, el disparo se habría escuchado luego de una acalorada discusión familiar, presumiéndose que el uniformado, estando dentro de una de las habitaciones de la casa, habría adoptado la drástica determinación de quitarse la vida, para lo que habría utilizado su arma reglamentaria.
Al llegar la unidad asistencial y los patrulleros, dentro del domicilio permanecían la cónyuge y el pequeño hijo de ambos, los que habrían sido testigos de todo lo ocurrido.
En pocos minutos, una importante cantidad de compañeros de trabajo de Sotelo se hicieron presentes en el lugar; algunos cumpliendo tareas específicas en la Unidad Preventora de Minoridad y Familia, y las Divisiones de Policía Científica y Judicial, otros para interiorizarse de la situación padecida por su camarada.
Rostros desencajados por la congoja se notaban entre los uniformados. El Comisario González –a cargo de la Jefatura de la Unidad Regional Norte- sólo atinó a describir la situación como “lamentable para la Fuerza” y muy dolorosa.
Gentileza Provinia 23