Una recuperación por debajo del potencial
La actividad económica se contrajo entre 3,5% y 4% en 2009, pero se recuperó en el cuarto trimestre y deja un importante arrastre positivo para 2010.
Si a esto se le suman la mejor cosecha, el dinamismo de las principales economías que importan productos argentinos y la capacidad ociosa que dejó la recesión, es elevado el margen de expansión (en torno de 6% i.a. para este año).
El problema es que la confianza sigue en niveles bajos y domina el cortoplacismo en los negocios. Este contexto afecta la evolución de tres variables clave para el crecimiento: inversión, inflación y fuga de capitales.
La inversión, pieza clave, muestra una continua desaceleración desde 2003. Luego de la fuerte recuperación tras el colapso de 2002, paulatinamente el gasto de capital dejó de ser el principal driver del crecimiento cediendo espacio al consumo.