Informe demoledor sobre la era Milei: 28 empresas cerraron por día desde que asumió

Argentina 07/10/2025.- Argentina enfrenta «una glaciación productiva»: un proceso de enfriamiento prolongado de la actividad económica que erosiona su base empresarial, destruye empleo y debilita la capacidad del Estado para impulsar el desarrollo.

Entre diciembre de 2023 y junio de 2025, en la Argentina cerraron 16.322 empresas, el equivalente a 28 por día, con una pérdida asociada de 236.139 empleos formales.

Un informe del Grupo Atenas —redactado por los economistas peronistas Martín Pollera y Mariano Macchioli— define el momento actual como una «glaciación productiva», donde la falta de una estrategia de desarrollo y de generación de divisas sostenida derivó en un estancamiento generalizado.

Nunca antes —ni siquiera durante la pandemia— se había verificado un deterioro tan acelerado en el sector privado formal. Según el estudio, «el país enfrenta una glaciación productiva: un proceso de enfriamiento prolongado de la actividad económica que erosiona su base empresarial, destruye empleo y debilita la capacidad del Estado para impulsar el desarrollo».

Recesión sin piso

El informe señala que los primeros meses de 2025 mostraron un rebote estadístico tras la recesión de 2024, pero que la economía «se estancó».
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de julio ya se encontraba por debajo del nivel de comienzos de año.

A nivel estructural, el documento advierte que el modelo actual muestra «una fragilidad estructural: cada seis meses requiere de un shock extraordinario de dólares para evitar corridas cambiarias y mantener a flote el nivel de actividad».

Construcción paralizada e industria al 57%

La construcción y la industria manufacturera son los sectores más castigados.

La paralización de la obra pública, la caída de la inversión y la apertura importadora explican una contracción del orden del 15% en la construcción.
La industria, en tanto, opera con una utilización de la capacidad instalada del 57%, la más baja desde la pandemia.

«El recorte del gasto primario en torno al 4% del PBI —equivalente a 24 mil millones de dólares— concentrado principalmente en transferencias a las familias, salarios públicos y obra pública, generó un efecto multiplicador negativo sobre el conjunto de la actividad», advierte el informe.

El mapa del derrumbe

El monitor de empresas en crisis elaborado por el Grupo Atenas relevó 100 casos representativos a nivel territorial y sectorial.

  • Más del 50% de las pymes encuestadas cerraron o suspendieron personal; las medianas recurrieron a despidos parciales; y las grandes redujeron plantillas para sobrevivir.

En todos los casos, la causa principal fue la caída de ventas y la pérdida de rentabilidad.

En el AMBA, Córdoba y Santa Fe se concentran los cierres y suspensiones más numerosos, sobre todo en industrias textiles, metalmecánicas y alimenticias.

En Cuyo, el ajuste impactó sobre la construcción y los materiales. En el NEA y el NOA, el golpe se dio sobre sectores dependientes del consumo local y la obra pública.

«El país enfrenta una destrucción sistemática de empresas que atraviesa tamaños, sectores y regiones», resume el documento.

El impacto laboral

El mercado de trabajo muestra la otra cara de la crisis. Según la Encuesta Permanente de Hogares, la desocupación alcanzó el 7,4%, la subocupación el 10,5% y en el conurbano bonaerense llegó al 9,8%.

Los jóvenes son los más castigados: el desempleo entre mujeres de 14 a 29 años alcanza el 14,7% y entre varones, el 12,4%.

«La crisis productiva explica el deterioro de la calidad laboral, el aumento de los desocupados de larga duración, la expulsión de técnicos y profesionales y el castigo persistente sobre los jóvenes», sostiene el informe.

Un país que se achica

Desde la asunción de Javier Milei, el país perdió más de 16.000 empresas y más de 236.000 empleos formales.

  • Cada cierre de empresa equivale, en promedio, a 15 puestos de trabajo menos.
  • «La destrucción de empresas y de puestos de trabajo no son procesos paralelos sino dos caras de una misma crisis», concluye el Grupo Atenas. «No estamos frente a una recesión común, sino ante una desintegración progresiva del entramado productivo argentino».
  • Fuente:El Economista
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