Ahora bien todo lo demás que dice la gobernadora en funciones son un cumulo de verdades y hacerse cargo de lo que se hizo, aumentar 593 cargos un promedio de 1 cargo cada dos días en los últimos 3 años, generar un paquete de leyes de recorte de derechos sin antecedentes en la provincia, haber retenido fondos de la coparticipación al municipio de Rio Grande, haber tratado de municipalizar un barrio de la ciudad, quedarse con el impuesto inmobiliario de Rio Grande, generar operativos de prensa con “periodistas” de Buenos Aires y locales que se prestaron no solo al silencio y ocultamiento de información sino que además cobraron sumas astronómicas para aplaudir a Worman, Gorbacz, o Vazquez que tampoco hicieron nada.
Las obras en un 90% fueron para Ushuaia o Tolhuin mientras que para Rio grande solo un microestadio y algunas cartelerizadas en Margen Sur, pero que aún están en ejecución. Bertone también finalizará su gestión con la mayor pérdida de empleo de la historia de la provincia y el porcentaje más alto a nivel país, destrucción de la industria, no hubo reconversión, ni creación de puestos de empleo genuinos, no se explotaron los recursos naturales, se entregaron aras petroleras, áreas protegidas a privados, se compró un casino en 10 millones de dólares, se endeudó en 200 millones de dólares a 10 años, deuda que deberán pagar la gestión de Gustavo Melella y la que venga hasta el 2027.
Es cierto, Melella no podrá cumplir con muchas de sus promesas, y está muy bien que lo diga Bertone porque en definitiva es la responsable de una gestión que deja el 90 % de las escuelas destruidas, más de 17 mil desocupados, cierre de comercios, 12.000 asistidos con bolsones comunitarios, un sistema de salud colapsado, sin promoción turística para el conjunto de la Isla, sino solo para Ushuaia, tres años de sueldos congelados, sin paritarias, connivencia con algunos gremios como ATE, donde hasta el secretario general de Rio Grande fue en una lista oficialista y recibió viviendas.
Está muy bien que la gobernadora Bertone diga ahora, lo que ya adelantamos hace meses en este medio, haciendo todo lo posible para que quien la reemplace lo tenga muy complicado.
Bertone pasara a la historia por haber dividido a la sociedad entre sur y norte, por haber trabajado para un solo sector, por haber utilizado los fondos de la provincia para obras faraónicas que beneficiaron a muy pocos y perjudicaron al 75% de los fueguinos, construyo gimnasios para entidades privadas como la ATURG, o iglesias evangélicas, cuando los alumnos de las escuelas se enferman por el frio. También por haber utilizado como nunca la mayoría automática en la Legislatura Provincial para aprobar proyectos que en ningún caso beneficiaron a los fueguinos.
Bertone le deja un campo minado a Gustavo Melella y hace muy bien en decírselo a la gente porque además de ser absolutamente cierto es la frutilla de la torta de todos los males que ha provocado en su acompañamiento a las políticas del gobierno nacional, eso que ella tanto negó, pero que nadie creyó al momento de votar en 16 de junio.
Nada de todo esto alcanzó para comprar el voto ni para que pudiera repetir una segunda gestión, a veces la verdad por muy dolorosa que sea, es también es una forma de hacerse cargo de lo malo que hemos hecho como personas, como funcionarios, como simples mortales con una mínima cuota de poder mal utilizada. Porque de eso se trata, de una mínima cuota de poder cuando está en manos de quien no dimensiona lo que eso significa.
Armando Cabral