El Gobierno logró darle media sanción al Presupuesto 2026 y al proyecto de Inocencia Fiscal, pero sufrió un duro revés legislativo al no conseguir la derogación de las leyes de emergencia en discapacidad y financiamiento universitario.
- Tras una sesión extensa y cargada de negociaciones, el texto aprobado en general pasó ahora al Senado.
- De prosperar allí, sería el primer Presupuesto de la gestión de Javier Milei, luego de dos años de prórrogas del esquema de 2023.
Para aprobar el Presupuesto en general, La Libertad Avanza se apoyó en una amplia coalición de aliados: PRO, UCR, MID, bloques provinciales y diputados alineados con gobernadores como Raúl Jalil, Osvaldo Jaldo, Marcelo Orrego y Rolo Figueroa. En la vereda opuesta, Fuerza Patria, Encuentro Federal y la izquierda votaron en contra, mientras que Provincias Unidas se abstuvo pero fue clave para alcanzar el quórum inicial.
El quiebre llegó en la votación en particular del artículo 75, que derogaba las leyes de discapacidad y universidades. Aliados del oficialismo se desmarcaron y rechazaron ese punto, incluidos legisladores de Catamarca, Tucumán, Salta, Neuquén y Provincias Unidas, donde pesan los gobernadores de Córdoba y Santa Fe. La UCR votó dividida, lo que terminó sellando la derrota del Gobierno en ese capítulo clave.
El Presupuesto 2026 proyecta un crecimiento del PBI del 5%, una inflación del 10,1%, un dólar a $1.423 en diciembre de 2026 y un superávit primario del 1,5% del PBI. Desde la oposición cuestionaron la falta de realismo de las proyecciones, advirtieron sobre un ajuste en áreas sensibles y denunciaron la eliminación de pisos mínimos de financiamiento en educación, ciencia y defensa.
La tensión escaló cuando el oficialismo intentó mezclar la derogación de las leyes sociales con la coparticipación de CABA y un aumento de fondos al Poder Judicial dentro del mismo capítulo, una maniobra que terminó volviéndose en contra. El capítulo completo fue rechazado, lo que obligará al Gobierno a reformular la estrategia en el Senado, donde buscará revertir el traspié antes de que el proyecto vuelva a Diputados.
Fuente: El Economista
