La discusión por la distribución de fondos entre Nación y provincias volverá a escalar tras las elecciones de octubre. Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los envíos automáticos registraron en septiembre una fuerte caída real del 10,3%, lo que anticipa un cierre de 2025 con niveles similares a los del año pasado.
En números concretos, los giros sumaron $5,09 billones en septiembre, acumulando $43,7 billones en los primeros nueve meses del año. Si bien todavía muestran un crecimiento del 2,4% interanual, el cambio de tendencia encendió las alarmas en las gobernaciones.
El impacto de Ganancias y el “efecto mayo”
El IARAF explicó que la merma se origina en el comportamiento del Impuesto a las Ganancias, que en mayo de 2024 había dejado un piso de comparación muy alto. Ese mes, la devaluación de fines de 2023 infló los balances de las empresas, generando ingresos extraordinarios.
En contraste, en mayo de 2025 la recaudación cayó con fuerza: pasó de crecer un 37,3% real interanual hasta abril a retroceder un 1,8% en mayo. Esto afectó directamente a la coparticipación, ya que el 93% de los fondos que reciben los gobernadores proviene de Ganancias e IVA.

El reporte señala que, con la recuperación parcial de los meses siguientes, la coparticipación neta logró apenas un 0,5% de mejora real en el tercer trimestre, quedando prácticamente en los mismos niveles de 2024.
El cambio en el financiamiento provincial
La dinámica de las finanzas provinciales se modificó de manera drástica. “En el acumulado a abril de 2025, las transferencias crecían un 11,8% real interanual, pero tras la baja de mayo, el acumulado pasó a marcar un descenso de 1,8%”, precisó el IARAF.

Aunque el IVA sostuvo un leve incremento real de entre 1,5% y 2,5%, no alcanzó para compensar la caída de Ganancias. El resultado fue un congelamiento de hecho en los recursos que Nación distribuye a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires.
Reclamos políticos y la mira en el Presupuesto 2026
El ajuste en la coparticipación tensiona aún más la relación entre la Casa Rosada y los gobernadores. La falta de diálogo político y de herramientas de compensación derivó en proyectos legislativos que buscan reactivar el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
En este contexto, todo indica que el debate del Presupuesto 2026 será escenario de una nueva pulseada por fondos. Los mandatarios provinciales ya anticipan que reclamarán más transferencias para sostener sus cuentas en un año marcado por caída de ingresos y alta inflación.