A un día del vencimiento del plazo para la baja temporal de retenciones, la Mesa de Enlace lanzó un duro comunicado en el que volvió a reclamar su eliminación total. En el texto, calificaron a las retenciones como un impuesto «distorsivo, anacrónico y perjudicial«, que impide el crecimiento del campo argentino y retrasa el desarrollo federal.
- La declaración se enmarca en la reanudación del esquema de alícuotas plenas para varios cultivos, tras la finalización del esquema reducido dispuesto hasta el 30 de junio.
El documento sostiene que el sector agropecuario viene advirtiendo «desde hace meses y años» sobre la necesidad de adoptar medidas urgentes y definitivas para enfrentar los problemas de competitividad. Señalan que han transmitido esta preocupación en múltiples reuniones con legisladores, funcionarios del Poder Ejecutivo nacional y gobernadores. Para las entidades rurales, la situación fiscal actual representa una traba directa al potencial productivo del país.
«La presión fiscal asfixiante, inequitativa e injusta ataca la competitividad del sector en cada provincia donde la cadena agroindustrial define el desarrollo, el empleo y la calidad de vida», denunciaron Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria, Coninagro y la Sociedad Rural.
Según el comunicado, las retenciones han llevado a la Argentina a «desaprovechar inmejorables oportunidades para la inversión» y provocaron un fuerte retraso social, tecnológico y productivo, pese al esfuerzo sostenido de los productores y actores de la cadena.
La queja también incluyó cuestionamientos al constante cambio en las reglas de juego: «No hay más margen para medidas discrecionales de corto alcance, que solo profundizan la incertidumbre y la desazón«. En ese sentido, pidieron poner fin a la improvisación y reclamaron estabilidad para el sector agroexportador. La declaración cierra con una consigna que resume su postura: «El campo argentino necesita reglas claras, previsibilidad y una Argentina sin retenciones«.
El malestar se intensificó luego de que el Gobierno oficializara el viernes que la baja temporal hasta el 31 de marzo se extenderá solo para trigo y cebada, excluyendo al resto de los cultivos. Así, la retención a la soja volverá del 26% al 33%, la del maíz y el sorgo del 9,5% al 12%, y la del girasol del 5,5% al 7%. El presidente de Carbap, Ignacio Kovarsky, también arremetió contra el Gobierno al calificar las retenciones como «un robo con cualquier gobierno» y apuntó directamente contra Javier Milei por incumplir su promesa de eliminarlas: «El Presidente dijo que al asumir las iba a sacar. No sólo no lo hizo, sino que después las bajó parcialmente y ahora posterga la baja«.