La fiebre aftosa, también conocida como glosopeda, es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a animales de pezuña hendida, como bovinos, porcinos, ovinos y caprinos.
Se caracteriza por la aparición de vesículas o aftas en la boca, pezuñas y ubres, causando fiebre, pérdida de peso y problemas de movilidad. Aunque la mortalidad es generalmente baja en adultos, la enfermedad puede ser grave en animales jóvenes y causar pérdidas económicas significativas debido a la disminución en la producción de leche y carne, así como restricciones al comercio internacional.
Causas:
La fiebre aftosa es causada por un virus de la familia Picornaviridae, género Aphtovirus, que tiene siete serotipos inmunológicamente distintos. La enfermedad se propaga rápidamente a través del contacto directo con animales infectados, o por contacto con objetos contaminados.
Síntomas:
Fiebre alta. Aparición de vesículas o aftas en la boca, pezuñas, y ubres. Babeo excesivo, rechinar de dientes. Cojera y dificultad para moverse. Pérdida de peso y disminución en la producción de leche. Tratamiento y Prevención: No existe un tratamiento específico para la fiebre aftosa, pero las medidas de apoyo pueden ayudar a aliviar los síntomas.
La vacunación es una herramienta importante para prevenir la enfermedad, aunque no proporciona inmunidad completa a todos los serotipos del virus. Medidas de bioseguridad estrictas, como la cuarentena de animales infectados y la desinfección de instalaciones, son esenciales para controlar la propagación de la enfermedad. Importancia:
La fiebre aftosa es una enfermedad de gran importancia económica debido a las pérdidas que causa en la producción ganadera y las restricciones al comercio internacional. La enfermedad también puede tener un impacto en el bienestar animal, especialmente en animales jóvenes y en aquellos con lesiones graves.

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Síntomas leves:Los humanos pueden experimentar fiebre baja, dolor de cabeza, malestar general, y la aparición de pequeñas ampollas en la boca, manos y pies.
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Duración:La enfermedad suele ser autolimitada y los síntomas desaparecen en una o dos semanas sin complicaciones.
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No es grave:A diferencia de los animales, la fiebre aftosa en humanos no suele causar problemas de salud graves.
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Contacto directo:La principal vía de contagio es el contacto directo con animales infectados, sus secreciones (saliva, orina, etc.) o materiales contaminados.
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Riesgo bajo:La probabilidad de contraer fiebre aftosa de un animal es baja, y la infección es rara en humanos.
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No es un problema de salud pública:La fiebre aftosa en humanos no representa un riesgo significativo para la población en general.
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Impacto económico en animales:La enfermedad causa graves pérdidas económicas en la producción animal y el comercio.
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Es fundamental prevenir:Es importante tomar precauciones para evitar el contacto directo con animales infectados, especialmente en zonas donde hay brotes de fiebre aftosa.