Puntualmente, el presidente criticó a sus detractores y dijo que los que no estuvieron de acuerdo con el arreglo con el FMI “la tienen adentro”. ¿Los agravios que utilizó? “Hijo de puta”, “pelotudo”, “boludo”, “imbécil”, “infradotado”, “la reputa madre que te parió, zurdo de mierda”, entre otros. Y todos fueron dirigidos tanto hacia ex funcionarios como a aquellos ciudadanos que no están de acuerdo con su modelo.
En uno de sus pasajes apuntó directamente hacia el ex ministro de economía, Martín Guzmán: “Pero yo no vengo acá a llorar, sino que el problema más grave fue esa estupidez de ley, que sacó el imbécil, incapaz e infradotado de Guzmán, que obliga, a tener que pasar un programa del Fondo Monetario Internacional, por el Congreso. Es decir, el lugar donde están los degenerados fiscales”, disparó. “La única forma, que tenía el socialismo de que la gente no se le cagara de hambre, es permitir que evadieran los controles, o sea, es un oxímoron. Es decir, para que pudieran funcionar tenían que dejar de hacer controles, o sea, son unas contradicciones en sus términos y no se dan cuenta encima”.
También señaló a quienes habían vaticinado un fracaso en su paso por la Rosada: “Todos ellos son los enemigos de los argentinos, porque ya no es un problema de que sean enemigos del Gobierno, sino que son los enemigos de los argentinos, los que han lucrado, durante los últimos cien años, con este modelo empobrecedor, ya sean los empresarios prebendarios, ya sean los políticos corruptos, ya sean los periodistas ensobrados, ya sean los sindigarcas o sean los profesionales funcionales a este conjunto de hijos de puta, que cagaron el país”.
Economistas y periodistas, nuevamente en la mira
Milei también fue contra especialistas que tuvieron cargos políticos en gestiones anteriores: ¿Cuál es la diferencia entre el buen economista y el mal economista? El mal economista es el tipo que solamente mira el equilibrio parcial, que solamente mira un mercado y no mira las consecuencias que esto tiene sobre otros mercados y los impactos en el futuro. O sea, es un pelotudo que hace un modelo de equilibrio parcial de un solo periodo. Está lleno de esos, no se rían”.
Además, apuntó nuevamente contra los periodistas, sector con el que se encuentra en constante conflicto: “Y, entonces, empezaron todos los agoreros con que el tipo cambio estaba atrasado y que esto tenía que volar por las nubes y toda esa montaña de estupideces. Y durante marzo y mitad de abril, nosotros teníamos un acuerdo de confidencialidad con el Fondo y no podíamos hablar. Mientras nosotros permanecíamos callados, mientras que los imbéciles de los periodistas decían que no hablábamos porque estábamos asustados… No lo hacíamos porque no podíamos soltar información.”
TC/EM
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