Según LPO, entre las desregulaciones en las que trabaja el ministro, está la idea de hacer optativo el aporte del Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio (Inacap).
Ese aporte lo pagan las empresas y comercios por cada empleado de comercio que tienen y es lo que hoy financia a la CAME. De concretarse la medida, deberían cerrar todas las filiales del interior y por eso tendería a desaparecer la marca y el sello.
Came está en manos del empresario chaqueño Alfredo Gonzalez y de los Diab, que son el secretario general, el santafesino Ricardo Diab y su hijo Juan Pablo. Un escalón por debajo está el vicepresidente, Carlos Kahale, titular de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (Feba).