CIUDAD DE BUENOS AIRES . “Nosotros estamos pidiendo el dinero necesario para que Marcelo y su familia se puedan comprar una casa en un barrio común de Mar del Plata, como puede ser el del puerto. La suma que estamos pidiendo es de US$ 80.000, pero Heredia ofrece $ 70.000”, explicó la abogada Erika Hooft, al periodista Esteban Veiga de la revista Semanario.
Marcelo Cudugnello acababa de demostrar en la Clínica Favaloro que es hijo de Víctor Ramón Courneau Heredia, quien lo rechazó durante años. Por ese desamor y abandono Cudugnello solicita una reparación, y la abogada Hooft explicó que la diferencia financiera es una manera más del cantante Víctor Heredia de humillar a su hijo Marcelo.
La cuestión que trasciende al acto privado entre Víctor Heredia y Marcelo no se refiere a que el cantante sea una figura pública sino a su militancia en los organismos defensores de derechos humanos, su presencia permanente en los actos de Abuelas de Plaza de Mayo en la defensa de la identidad perdida por muchos y en las acciones de Madres de Plaza de Mayo por las familias destrozadas durante el Proceso de Reorganización Nacional.
Sin embargo, tanta preocupación de Víctor Heredia por los vínculos filiales entre las personas parece no haberlo integrado a sus propias vivencias, desnudando la hipocresía del (ladri) progresismo que se dice preocupado por los derechos humanos.
Todo indica o que Marcelo o no tiene derechos o no es humano.
Así lo relató Esteban Veiga:
«El 31/08, la Justicia determinó que el marplatense de 42 años Marcelo Cudugnello es hijo biológico del cantante Víctor Ramón Courneau Heredia.
Ese martes, en horas de la mañana los responsables del laboratorio de la clínica Favaloro dieron el resultado de la prueba de ADN que había pedido Cudugnello.
El examen médico no dejó lugar a dudas al determinar que los rastros genéticos de las muestras de sangre de Cudugnello y Heredia coinciden en un 99,99%.
A fines de 2009, Semanario publicó, de manera exclusiva, el testimonio de Cudugnello y desde entonces seguimos de cerca cada detalle del pleito intentando dialogar con ambas partes aunque, de manera sistemática, Víctor Heredia eligió el silencio.
Una vez consumado el examen, Eduardo Sande, abogado defensor del cantante atendió a Semanario. “Este tema afecta mucho a Víctor porque él es un tipo muy ligado a los derechos humanos. De hecho, él tiene una muestra de ADN en el Banco de Datos Genéticos del Hospital Durand, por tener una hermana desaparecida. Desde que apareció este hombre, Víctor le dijo que fuera al Banco de Datos y compare las muestras, pero él siempre se negó porque lo único que busca es un resarcimiento económico”, explica Sande.
Pero la versión de la doctora Erika Agnes Hooft, defensora de Cudugnello, es totalmente diferente. “Mi defendido no se presentó en el Hospital Durand porque respetó todo el proceso jurídico y quería estar seguro de que si había algún inconveniente podía hacer una segunda prueba”, aclara Hooft.
Con el examen ya consumado, la doctora aclara que el próximo paso a seguir es un juicio por daños y perjuicios ya que Víctor Heredia no está dispuesto a pagar el dinero que su hijo le reclama.
“Nosotros estamos pidiendo el dinero necesario para que Marcelo y su familia se puedan comprar una casa en un barrio común de Mar del Plata, como puede ser el del puerto. La suma que estamos pidiendo es de US$ 80.000, pero Heredia ofrece $ 70.000”, explica la doctora Erika Hooft, a la vez que sostiene que esta respuesta es una manera más de humillar a su defendido.
Vale recordar que en 2001, Marcelo inició una acción legal en un juzgado de Dolores, pero el tribunal se declaró incompetente porque Heredia tenía domicilio en Capital Federal.
La disputa judicial se reactivó en 2009, cuando Marcelo le inició un juicio de filiación. Sin embargo, la defensa de Heredia asegura que no se puede tener en cuenta la demanda de 2001 y que en 2009, se pusieron a disposición de la Justicia ni bien fueron notificados.
El tema de los años no es un tema menor y la doctora Hooft explica por qué. “Nosotros tenemos pruebas que Heredia sabe de la existencia de Marcelo desde que mi defendido estaba en la primera infancia. No todos los juicios de filiación terminan en daños pero si el padre tarda más de 30 años para realizarse el examen de ADN, el monto indemnizatorio es mucho más alto. Por eso tratan de embarrar tanto el tema de los años”. A Víctor Heredia sólo le queda complir con la ley.».