El gobierno quiere transformar a Enarsa en una mini YPF y hacer su propio combustible

Dom 28 10:30 hs-La idea del Ministerio de Planificación es aprovechar la capacidad ociosa de refinerías privadas para procesar el crudo y distribuir una línea propia de combustible en las estaciones de la venezolana Pdvsa y estaciones independientes. El gran beneficiado sería Cristóbal López. ¿El objetivo es el Yacimiento CA12A? pero de esto los kirchneristas fueguinos no dicen nada.

A fines del año pasado el Gobierno tomó nota del cada vez más exiguo resto de las petroleras para abastecer a la demanda interna de combustibles y comenzó a permitir una paulatina recomposición de los valores de las naftas y el gasoil (los más baratos de la región) para incentivar las inversiones en el parque refinador, que casi no recibió ampliaciones en la última década.

Sin embargo, esa política de liberar el corcét de precios, fogoneada por la Secretaría de Energía, chocó contra la muralla de Guillermo Moreno, que a través de la resolución 295 de la Secretaría de Comercio Interior ordenó retrotraer los importes en surtidores a los del 31 de julio. En la práctica, la medida perjudicó sólo a Shell, la única que había aumentado los precios en agosto, que debió bajar la nafta súper 7 centavos. Pero sentó un pésimo precedente entre los jugadores del sector, que si ya se mostraban reacios a ampliar sus refinerías, con el congelamiento de precios pusieron en stand by la mayoría de sus planes.

Por eso, el Gobierno comenzó a barajar otra alternativa para elevar la producción de combustibles. El plan involucra a la Enarsa, la marca creada por el kirchnerismo para cubrir cualquier agujero energético que se presente (desde la importación de gas natural y gasoil a precios altísimos, hasta la construcción de plantas de generación de electricidad).

La opción Enarsa

La empresa estatal tiene en estudio una iniciativa para alquilar la capacidad de refinación ociosa de las petroleras –YPF, Shell, Petrobras, Esso y Oil M&S- a fin de procesar crudo y distribuir sus derivados en los puntos de venta de la venezonala PdVSA y en estaciones “blancas”, como se conoce a la independientes.

“El proyecto está siendo estudiado por los técnicos de la compañía pero el presidente (Exequiel Espinoza) ya comunicó al Directorio que podría haber novedades en los próximos días”, comentó a La Política Online un directivo de Enarsa, que prefirió la confidencialidad.

Es que si bien en el transcurso del año se repitieron faltantes en las estaciones de servicio (sobre todo de nafta súper), no todos las petroleras operan al mismo ritmo. En YPF, el mayor jugador del sector (con un 55% del mercado), afirman que sus plantas trabajan a más del 95% de su capacidad. En Esso sostienen que su refinería de Campana opera al 92%. Pero, según indican desde Enarsa, Shell y Petrobras operan por debajo del 90% de su capacidad instalada. Y la planta de San Lorenzo (Santa Fe), recientemente adquirida por Oil M&S, del empresario santacruceño Cristóbal López, opera al 80% de sus posibilidades.

“La idea, entonces, es aprovechar la capacidad ociosa de las plantas para elevar el nivel de refinación”, destacaron allegados a la empresa estatal. “Enarsa aportaría el petróleo crudo, que compraría a las productoras (entre las que figuran Pan American Energy y Chevron, entre otras) y pagaría a las refinadoras un porcentaje por utilizar sus instalaciones”, añadieron.

Las críticas

Para la industria el plan no suena viable. “Ningún negocio con Enarsa es atractivo para nosotros. Menos aún vamos a permitir que utilicen nuestra planta”, cuestionaron desde una petrolera. Nadie imagina, por ejemplo, que Shell –presidida por Juan José Aranguren, que tiene pendientes en la Justicia varias batalles legales contra el Gobierno- abra sus puertas a la empresa estatal.

Pero en otras, la situación podría ser diferente. Oil M&S, que posee una ínfima producción de petróleo, insuficiente para cubrir la demanda de su refinería (cercana a los 7.000 metros cúbicos por día), podría verse beneficiada por la medida oficial.

“Enarsa se encargaría de aportar el crudo, o el financiamiento para comprarlo, y Oil M&S podría disponer de un interesante negocio con bajo riesgo”, explicó un conocedor del proyecto de Enarsa. Allegados a Cristóbal López, de línea directa al matrimonio kirchnerista, dijeron desconocer la iniciativa.

Aunque las fuentes consultadas señalaron que “la refinería de San Lorenzo es la que dispone de mayor capacidad no utilizada, por lo que es un candidato a participar del plan de Enarsa”.

Con todo, el objetivo de la estatal es elevar “alrededor de un 10% de la destilación de combustibles”, una cifra para nada despreciable si se tiene en cuenta que el consumo en surtidores crecerá este año un 7% como consecuencia del boom de la venta de automotores registrada en los últimos años.

El precio del combustible

Desde enero los precios en surtidores comenzaron a sortear el cerrojo impuesto por el Gobierno. El gasoil, el producto más demandado, pasó de costar $ 2,85 en diciembre a no bajar de $ 3,60 en el área metropolitana, con un alza cercana al 26%. Y la nafta super subió de $ 3,25 a 3,80 pesos, con un incremento similar.
Sin embargo, las petroleras niegan que las subas signifiquen una recuperación de sus márgenes operativos. «El aumento sirvió para palear la devaluación del peso frente al dólar (de 3,80 a 3,95), mejorar el precio que se les paga a los productores de crudo y solventar la incorporación de biocombustibles (el gasoil se vende mezclado con biodiesel)», advirtieron las refinadoras.

Sin embargo, los precios todavía están muy desfasados con relación a los de la región. En Brasil, por ejemplo, la nafta súper cuesta 4,90 pesos argentinos, un 25% por encima que en Buenos Aires. Con Uruguay la diferencia es todavía mayor: vale 5,60 pesos, un 40% más, según datos de la consultora Montamat & Asociados.

Fuente:lapoliticaonline.

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