Por la recesión, récord de superávit comercial

El superávit comercial alcanzó US$ 16.980 millones en 2009 y registró un nuevo récord a precios corrientes. Este abultado saldo se consiguió principalmente por el desplome de las importaciones (-32% i.a.), ya que las exportaciones mostraron la peor caída desde 1975 (-20,4% i.a.). El récord de superávit no es un dato negativo en sí mismo, sino que debe observarse que es un reflejo de la recesión y de las trabas que se impusieron sobre las importaciones. De hecho, el superávit comercial es una variable contracíclica: analizando los datos desde 1980 se observa que siempre que cayó la actividad se incrementó el saldo comercial.

Las restricciones a las importaciones, dispuestas por el gobierno para relajar las tensiones cambiarias generadas por la fuga de capitales, fueron el otro factor que explicaron la inusual caída de las importaciones.
 La caída de las exportaciones obedeció a los menores precios internacionales a la menor demanda mundial y a los problemas de oferta internos. Los precios de las ventas externas cayeron 14% i.a. mientras que las cantidades exportadas cayeron 7% i.a.
 Sin embargo la dinámica de las exportaciones en el año fue de menor a mayor y en el último bimestre crecieron 8,1% i.a.
 Los factores que ayudaron a esta reversión fueron el repunte de la demanda mundial (especialmente Brasil) y a la recuperación de los precios a partir del último trimestre.
 La economía de Brasil, que compra el 20% de nuestras exportaciones totales, se recuperó fuertemente en el último trimestre: en los últimos 3 meses las ventas externas totales cayeron 3,8% i.a. mientras que las destinadas al país vecino crecieron 19,8% en el mismo lapso.
 Para 2010, estimamos un saldo comercial de US$ 15.000 millones. El saldo se mantendrá elevado pese a que la recuperación de las importaciones (por el crecimiento de la actividad y menores trabas) será superior al repunte de las exportaciones.
 Las ventas externas crecerán impulsadas por las perspectivas alentadoras del comercio mundial, el elevado salvo exportable de productos agrícolas (excepto trigo) y precios que, si bien no alcanzarán los récords de 2008, permanecerán en buenos niveles.

Saldo comercial récord
Pese a que las exportaciones mostraron la peor caída desde 1975 (-20,4% i.a.), en 2009 el saldo comercial alcanzó un nuevo récord a precios corrientes: US$ 16.980 millones.
Este abultado excedente, similar al de 2002, duplicó las estimaciones generales: a principios de 2009 la mediana del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) para el saldo comercial ascendía a US$ 8.128 millones.
Este desvío es considerable, y en parte responde a que las exportaciones cayeron menos de lo que se preveía, pero principalmente a que las importaciones finalmente se ubicaron 30% por debajo del pronóstico.

El récord de superávit no es un dato negativo en sí mismo, sino que debe observarse como un reflejo de la recesión y de las trabas que se impusieron sobre las importaciones.
En primer lugar, el récord obtenido se logró en parte gracias a la caída de la actividad. De hecho, en general el superávit comercial es contracíclico, es decir, que se incrementa cuando cae la economía y viceversa.
Analizando el comportamiento del comercio exterior desde 1980 puede observarse que existe una correlación cercana a 80% entre el crecimiento (o caída) del producto y la disminución (o aumento) del saldo comercial respecto del año anterior. Este coeficiente asciende a 92% si se considera al período 1991-2009. Es decir, el saldo comercial se incrementa cuando cae la actividad.
Más aún, en 26 de los 30 años considerados (1980-2009) el signo entre la variación de la actividad (en porcentaje) y variación del saldo comercial (en dólares) difiere. Además, en todos los años en que cayó el PBI durante este período (12 oportunidades) creció el saldo comercial.
Sin embargo, como mencionamos en informes anteriores (ver ISE Nº 736), la caída en las importaciones fue inusualmente elevada por las trabas dispuestas a las compras al exterior.

Como mencionamos oportunamente, estas restricciones se impusieron para incrementar la cantidad de dólares comerciales en el mercado y evitar sacrificar reservas, dadas las fuertes tensiones cambiarias generadas por la fuga de capitales. Estas trabas fueron entonces otra de las causas de la brusca caída de las compras externas y del abultado superávit.
Una forma de ver cómo el elevado superávit comercial financia la fuga de capitales es comparándolo con la intervención del BCRA en el mercado cambiario: entre 2003 y 2007 la autoridad monetaria adquirió 75% del saldo comercial, mientras que las compras de 2008-2009 representaron apenas 8,2% del excedente.
Por el lado de las exportaciones, la caída del año pasado obedeció al desplome de los precios internacionales (los precios de las ventas externas se contrajeron 14% i.a.), de la demanda mundial y de los problemas de oferta internos (sequía). Las cantidades exportadas cayeron 7% i.a.
Sin embargo, la dinámica de las ventas al exterior fue de menor a mayor y cierra el año con un último bimestre favorable (+8,1% i.a. frente a una caída de 25% en los primeros 10 meses) y buenas perspectivas para 2010.
El cambio en la tendencia responde a dos elementos que presionaron a la baja en la mayor parte de 2009: la reversión del contexto mundial –especialmente Brasil– y la mejora en los precios externos.
La reversión del contexto mundial a partir del tercer trimestre del año pasado impactó favorablemente en el comercio exterior, en la Argentina y en el mundo. De hecho, la suma de las exportaciones de 60 países (92% del PBI mundial) tuvo una dinámica similar a la las ventas externas de nuestro país: cayeron hasta octubre y comenzaron a crecer en noviembre.
Además, los precios de las materias primas disminuyeron 23% en 2009, pero con una fuerte diferencia entre el período enero-septiembre (-30% i.a.) y el último trimestre (+14% i.a.).
El caso de Brasil toma más relevancia ya que es nuestro principal comprador: adquiere 21% de nuestras exportaciones y 41% de nuestras manufacturas industriales.
El repunte de la economía brasileña entonces fue un motor que benefició a una importante fracción de nuestras ventas: tras acumular una caída de 1,7% del PBI entre enero y septiembre, la economía del país vecino habría crecido 3,8% en el último trimestre.
De hecho, las ventas externas totales de Argentina cayeron 3,8% i.a. entre septiembre y diciembre, mientras que las que tuvieron a Brasil como destino crecieron 19,8% i.a. en el mismo lapso.

Perspectivas 2010
A diferencia de 2009, las perspectivas del comercio exterior en el año en curso son alentadoras para el país y el resto del mundo. Se espera que el volumen global comercializado continúe repuntando tras una abrupta caída en 2009 (-12% según el FMI).
A nivel local esperamos que las importaciones y las exportaciones crezcan a un ritmo acelerado recuperando gran parte del terreno cedido en 2009. A pesar que el dinamismo de las compras externas será mayor al de las ventas, el saldo comercial se mantendría en niveles elevados.
En primer lugar, las exportaciones se verán favorecidas por la recuperación de la demanda mundial y de Brasil en particular. Cabe destacar además que se espera que el principal socio comercial del MERCOSUR crezca 5% en 2010.
Asimismo, gracias a un clima más benigno, se espera un fuerte aumento del saldo exportable de productos agrícolas (salvo en trigo). Si bien no se prevé un nuevo boom de los precios de los alimentos, estos se mantienen en niveles aceptables. De hecho, en diciembre pasado los precios de las materias primas se ubicaron 47% por encima del promedio 2006-2007.
Por el lado de las importaciones, la reactivación económica más la estabilidad del tipo de cambio nominal impulsarán las compras externas. Además, se espera un fuerte repunte de la producción de bienes, por lo que éstas crecerían a tasas de dos dígitos en 2010.
En cuanto a las restricciones a las compras externas, lo más probable es que pierdan intensidad ya que se espera que las ventas externas crezcan y aminore la dolarización de porfolios. No obstante, si la fuga se exacerba el gobierno puede restringir nuevamente las importaciones para ampliar el excedente comercial.
Según nuestras estimaciones en 2010 las exportaciones se ubicarán en torno de U$S 65.000 millones, creciendo 16,6% respecto a 2009. Por el lado de las importaciones, prevemos que sumen U$S 49.500 millones, trepando 27,7% anual.

De esta manera, el superávit comercial alcanzaría U$S 15.500 millones en 2010. Cabe destacar que el saldo abultado ha sido una constante desde la caída de la convertibilidad y el único pilar del modelo productivo que aún se sostiene.

Fuente:Ecolatina

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