Chávez decretó "la tumba del ALCA"

MAR DEL PLATA.- Para su discurso de casi dos horas y media recurrió a citas de José Martí, Eva Perón, Simón Bolívar, Karl Marx, Rosa Luxemburg, Mao Tse Tung, Mario Benedetti y hasta del lingüista Noam Chomsky. Pero utilizó una propia que, por sí sola, explicó el clima de fiesta que se vivió ayer en un estadio mundialista: «Cada uno de ustedes trajo una pala de enterrador -les dijo- porque aquí, en Mar del Plata, está la tumba del ALCA».

La sentencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, coincidía con uno de los puntos centrales del documento final de la III Cumbre de los Pueblos, donde, además, se repudió al presidente estadounidense, George W. Bush, y se exigió el cese de sus políticas de militarización en la región y la anulación de la deuda externa.

A los pies de un enorme retrato de Ernesto «Che» Guevara, Chávez fue el protagonista principal de un acto que resultó una verdadera fiesta para casi 45.000 «activistas de la resistencia», como los llamó el venezolano.

No se veía algo igual en este escenario desde 1981, cuando allí hubo un recital de la banda inglesa Queen. Ayer, más de la mitad de los asistentes llegó luego de una multitudinaria marcha que comenzó en la intersección de las avenidas Luro e Independencia.

Diego Maradona iba a encabezarla, pero suspendió su participación y recién apareció en escena en el estadio. «La Argentina es digna, echemos a Bush», dijo el ex futbolista, que se acomodó en la primera fila junto al diputado nacional Miguel Bonasso; el líder del Movimiento al Socialismo boliviano, Evo Morales; el presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.

Miles de los participantes del acto llegaron en caravana desde el Gran Buenos Aires, en micros fletados por organizaciones sociales. Luis D´Elía, titular de la Federación Tierra y Vivienda, dijo que contrataron 1200 ómnibus.

Antes del mediodía, las tribunas ya estaban casi completas. Entonces, comenzó un recital que fue un desfile de figuras de la música latinoamericana. Pero cuando cantaba el cubano Silvio Rodríguez, desde la platea alta, llegó el pedido para que hablara Chávez, recién llegado al estadio.

«Parir al socialismo»

El presidente venezolano no escatimó saludos. Con su puño en alto arengó sucesivos vítores para Maradona, Guevara, el líder cubano Fidel Castro y Eva Perón. Y dijo: «Con las banderas en alto de Martí, San Martín y Bolívar vamos a enterrar al capitalismo para parir al socialismo del siglo XXI».

Insistió en destacar que Estados Unidos ya no tiene la incidencia de otros tiempos en el continente americano. «A cada imperio le llega su sábado», dijo. Aseguró, además, que Bush estudia la posibilidad de agredir a Venezuela. Entonces, le advirtió que una invasión a su país significaría el comienzo de «la guerra de los 100 años». «Han pretendido detener la revolución cubana -resaltó- e igual fracasarán en el intento de frenar la revolución bolivariana.»

En otra parte de su discurso, Chávez criticó a Carlos Menem, a quien calificó de «entreguista, bastardo, cipayo».»Yo no me meto con nadie, pero cuidado con los que se meten conmigo», advirtió Chávez en alusión a Menem, que lo había acusado de «populista, demagogo» y que «ha engañado a los venezolanos».

«La multitud soportó bajo la lluvia varios tramos del extenso discurso de Chávez, que recurrió a un secreto que le contó en el lugar la indígena ecuatoriana Blanca Chancoso: «Hay que soplar tres veces para arriba y el agua se va». El presidente lo hizo. Y paró de llover.

«Un minuto de silencio para el ALCA, que está muerto» y «Bush, fascista, vos sos el terrorista», fueron los cantos más repetidos de la jornada.

Por Dario Palavecino
Corresponsal en Mar del Plata

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